Este no se utilizó ni siquiera en circunstancias donde su construcción y aprovechamiento hubiese sido favorable.
[7] Otro antecedente son las ruedas de plegaria tibetanas, comunes entre los siglos VI y IX.
[6] Los más antiguos son los de Nashtifan (Irán), los cuales están construidos con barro, paja y madera.
[7] El molino de viento surgido en Persia pronto se expandió al resto del mundo islámico.
Junto al molino hidráulico fueron importantes en el desarrollo económico en la Edad de Oro del islam.
[6] El registro más antiguo en Portugal se debe al autor Ibn Mucana, que referencia uno ubicado en Alcabideche, cerca de Lisboa, alrededor del año 1000.
Según Ambrosio de Normandía (n. 1190), este no se introdujo en Oriente Medio sino hasta la Tercera Cruzada (1187).
[11][12] Tras la llegada del molino de viento a Europa, este se extendió rápidamente.
Especialmente en las regiones donde no hay suficientes recursos hídricos, estos estaban sobreexplotados o se congelan en invierno.
Aunque no hay datos certeros sobre su número antes del siglo XIV, puesto que rara vez se los identificaba de los molinos hidráulicos.
En 1863, Ciudad del Cabo tenía 11 molinos que se extendían desde Paarden Eiland hasta Mowbray.
En otros países, a veces, la estructura era de madera, mucho más ligera y se movía completa para orientar las aspas.
Actualmente se están extendiendo por todos los países los que sirven para producir energía eléctrica.
Los molineros de Marchigüe no inventaron algo, sino que aprendieron a hacerlos con rústicas herramientas.