El motivo puede ser muy variado (figuras de animales, antropomorfas, entre otros).
Para obtener una lectura precisa, la veleta debe estar localizada bien por arriba del suelo, alejada de edificios, árboles, y otros objetos que interfieran con la verdadera dirección del viento.
La dirección del viento cambiante puede ser significativa cuando se coordina con otras condiciones aparentes del firmamento, habilitando al usuario para hacer predicciones sencillas de corto alcance.
La torre de los vientos en el Ágora romana de Atenas contaba con toda probabilidad con una veleta en forma de tritón en su cúspide con la que apuntaba a cada uno de sus ocho lados, que representa una dirección del viento según la rosa de los vientos, con un relieve que representa cada viento: Bóreas (N), Kaikias (NE), Euro (E), Apeliotas (SE), Noto (S), Lips (SO), Céfiro (O) y Skiron (NO).
[1] Se atribuye al Papa Gregorio I que el gallo era en mejor símbolo del cristianismo siendo el emblema de San Pedro.