Herminio Almendros

Frecuentó el Ateneo y asumió los ideales pedagógicos del Krausismo plasmados en la Institución Libre de Enseñanza.

Allí entró en contacto con la pedagogía de Célestin Freinet y tras un fugaz paso por Huesca se fue a Barcelona.

Publicó La imprenta en la escuela (1932), primera obra que se imprimió sobre estas técnicas en lengua no francesa.

En 1936 fue nombrado inspector-jefe y participó en el proyecto del Consejo de la Escuela Nueva Unificada que estructuraba todos los niveles educativos desde preescolar hasta la universidad.

Su amigo el dramaturgo Alejandro Casona le consiguió pasaje para Cuba, pero como no se convalidaron sus estudios y méritos profesionales debió empezar de nuevo y se doctoró en 1952 por la Universidad de Oriente en Venezuela con una tesis titulada La inspección escolar.