Su invención se atribuye al mallorquín Ramon Llull, aunque la descripción pormenorizada que da Plinio el Viejo en el segundo libro de su Historia natural[1] podría haber sido su referencia básica.
En las cartas de navegación se representa por treinta y dos rombos (deformados) unidos por un extremo mientras que el otro señala el rumbo sobre el círculo del horizonte.
Ese símbolo se documenta a partir del siglo XV.
En sentido horario, se forma un ángulo tomando de referencia N y que varía desde 0° hasta 360°.
La división de la circunferencia en 6400 milésimas da lugar a que todos los puntos cardinales son un múltiplo exacto de esta unidad angular, ver la figura.
[4][5][6][7][8] En el hemisferio norte, la presencia de la estrella Polar (Polaris) fue usada para calcular el eje meridiano N-S; sin embargo, la cambiante posición de la Cruz del Sur es lo que se tiene para el hemisferio sur, como la estrella polar meridional está Sigma Octantis que es demasiado débil para ser vista fácilmente a simple vista.
Si no es posible realizar las mediciones en el propio emplazamiento, se podrán utilizar estadísticas de lugares cercanos donde haya un observatorio, teniendo en cuenta que puede haber diferencias entre las respectivas condiciones del entorno.
[10] La circunferencia de la rosa de los vientos se mide angularmente en sentido horario partiendo del cénit (12 horas) donde se coloca el punto N (norte).