Cierzo

El cierzo (del latín cercius, por circius)[1]​ es el viento de componente noroeste en la parte septentrional española.

[2]​ Floristán Samanes (1978) señaló que era un viento de características similares a la tramontana (Ampurdán), al mistral (valle del Ródano) y al bora (Balcanes), puesto que es desapacible, frío en invierno y aporta frescor en verano y se produce debido al contraste atmosférico con bajas presiones del Mediterráneo.

[3]​ Ya Catón el Censor (s. II a. C.) se refiere en sus crónicas a este viento cercio de la Hispania Citerior, que era capaz de derribar a un hombre armado o carretas cargadas.

Aulo Gelio lo denomina circius, que provendría del ibérico cercius.

[5]​ Sin embargo, también puede tener efectos beneficiosos para la agricultura al dificultar el desarrollo de ciertas plagas.

Bardo construido con cañas para proteger los cultivos del cierzo.
Placa de la avenida del Cierzo en Zaragoza.