5 de Pascual Madoz dice: «27 molinos harineros, uno de agua en el Záncara que sólo muele dos veces al año; un batán en el mismo río».
Probablemente, el nombre haga alusión a la sospecha de prácticas fraudulentas del molinero.
Llamado así por sus propietarios: Infantas, que eran una de las familias más ricas del pueblo.
Este molino estaba arrendado por los propietarios, que entregaban el tercio de las maquilas obtenidas, o recibían una renta fija del molinero.
Está situado en el Cerro de la Paz, el único dentro del casco urbano.