(I) Desde el lejano Oriente trae la siguiente información Plinio el Viejo: “Toda la llanura desde el río Cyro hacia abajo pertenece a los albaneses (I): pronto los íberos, separados de ellos por el (río) Alazone, que desde las montañas del Cáucaso desemboca en el Cyro.
Prevalecen las ciudades Cabalaca en Albania; dentro de Iberia, Harmastis... (Plinio, N. H. VI, 10).
De estos [caristi] al oriente los varduli, y sus poblaciones del interior son: Gebala 14º 43º 50' Gabalæca 14º 30' 43º 45' Tullonioum 13º 50' 43º 30' Alba 14º 35' 43º 30'...
[5] Posibles equivalencias hidronímicas y toponímicas en España serían: Ríos Curueño (el sufijo -eño significa pertenencia o relación) y Alzania con el Cyro (actual Kür, Kura, etc.) y el Alazonio (actual Alazani); la Gabalæca (quizá Gabáleka sería más correcto en griego) várdula tendría razón en su casi equivalente albanesa Cabalaca; la Harmastis ibero-caucásica hallaría etimología en el gr.
arma, ἅρμα carro,[6] que unido a mástix, μάστιξ fusta, látigo, zurriago, azote || (μτφ.)
[sentido metafórico] calamidad[7], formarían Harmastis, «los de carros y látigos»; quizá con menos posibilidades, del propio griego tomarían genealógico los amaci o amakon, ἀμακϖν (Ptolomeo Geografía II, 6 , 35) astures de Astúrica Augusta o actual Astorga; pues ámaxa, ἅμαξα carro, carruaje, coche[8], junto a la hipotética (y prácticamente exenta en estudiosos de nuestra historia antigua) raíz genealógica con- (cono), de la que tomarían etnónimo los concanos, conios, conplutenses —citados en algunos códices de Plinio con /n/ y en otros con /m/—, consaburenses, contestanos, …; y otros grupos tribales extensamente difundidos en la Iberia y en la Hispania prerromana y romana.
Esta raíz hallaría visos de procedencia saca o escytha en Asia Central, mar Caspio, riberas del río Ili, Sakasene (tal vez la relación más directa con nuestra historia), etc.
El mismo Plinio amplía conocimientos, si bien ahora desde el Istro o Danubio hacia la zona oriental: “Más allá de las desembocaduras del Istro, el campo abierto está habitado por pueblos generalmente descritos como Escitas; pero la costa marítima estuvo antiguamente poseída por varias naciones; a saber: a veces por los Getas, que los romanos llaman Dacios (378); a veces por los Sármatas (380), a quienes los Griegos llaman Sauromatas (381), o por algunas de las tribus de estos últimos, como los Amaxobios (382), o los Aorsos...".
Hoy es el actual sitio de ARMENTEGUI, próximo a Victoria [Vitoria]".
Unos la llaman Zuirit, otros Chipiche, Zitracha y Garzena...”[12] De la Ciordia citada por el señor Cortés y sus raíces ibéricas Zihor o Zichor se podría relacionar Zitracha.
De nuevo Plinio trae esta otra referencia: "... M. Varro refiere que a toda Hispania llegaron iberos, persas, fenicios, celtas y púnicos".
Gurjistán «lugar de lobos»; se daba en la Hispania antigua una Lobetum (¿Teruel, Albarracín?)
y sus habitantes eran denominados lobetanos; el apellido Gurgitano se recoge en algunos puntos de España.
Otro dato a añadir sería el país de Albania, cuya referencia cognominar persa, según el ya citado diccionario inglés-persa, es "arnaudí", y también el apellido Arnau se halla difundido por toda España; o el más genealógico Mardones, que hallaría etimología (en el propio persa) “Man (human male) [hombre (varón)], … ádam, … mard, … mardum, … nafar, … shakhs".
[18] Por último (tema principal de este extenso argumento), en el idioma albanés se da la etimología krípë, -a -la sal,[19] y añadido el sufijo de lugar -tana, forma un nombre con más o menos sentido; máxime si se tiene en cuenta que en las proximidades de Criptana se halla la laguna de Salicor, en la que el albanés añadiría liqén, +i -el lago[20]; es decir, Criptana vendría a decir «lugar en el que hallar sal»; y quizá Salicor «lago salado».
Basta añadir otra posible etimología de origen griego krypte, κρύπτη escondido || cripta.
La zona norte es la más elevada, alcanzándose la cota de 780 metros (en un cerro llamado Pozos).
La parte próxima al casco urbano se denomina sierra de los Molinos, el paraje emblemático y mundialmente conocido donde se ubican los famosos ‘gigantes’ que inspiraron a Cervantes para narrar la más famosa aventura de Don Quijote.
Ya en época romana, el ascenso a la categoría de municipium de la vecina Consabura (Consuegra) y su desarrollo consiguiente, hizo que las localidades del término experimentasen un marcado declive.
Durante el bajo imperio, parece que la comarca se articuló en torno a una importante villa surgida en la actual Alcázar de San Juan.
Al contrario que el anterior, ese siglo XVII significó para la localidad una época de decadencia en la que perdió buena parte de sus habitantes cuyo número no comenzaría a recuperarse hasta el siglo XVIII.
Pasado el reinado de Isabel II, la localidad experimentó un notable desarrollo ayudado por la pronta llegada del ferrocarril que la conectó con Madrid y con el puerto de Alicante.
La evolución de este periodo se truncó en los años 30 en los que el sector del vino sufrió una importante crisis y la población no fue ajena a los conflictos sociales que surgieron a nivel nacional y que desembocaron en la Guerra Civil, contienda durante la cual, la villa permaneció en todo tiempo dentro del territorio republicano.
Tras la difícil recuperación de la Guerra Civil, la localidad sufrió durante los años 50 una importante crisis demográfica debido a la mecanización agrícola que dejó sin ocupación a buena parte de su población.