b) Los vascones y otros pueblos afines de filiación no indoeuropea, que ocuparon zonas junto a los Pirineos.
[14] Esta cultura de Cogotas I se prolonga hasta finales del siglo VIII a. C. y ofrece características que la relacionan con un sistema cultural indoeuropeo arcaico.
Esta evolución, debida probablemente a una creciente inestabilidad, generaría también una estructura social basada en una incipiente jerarquización con élites guerreras.
[20] Esta cultura celtibérica se extendería paulatinamente desde su zona nuclear hacia occidente por la Meseta hasta llegar al Atlántico, provocando una celtización del substrato protocéltico preexistente —dentro del que se incluirían los carpetanos— que quedaría fragmentado y absorbido por esta nueva cultura plenamente celta, identificada como tal por las fuentes clásicas.
[50] También se convirtió en Municipium la ciudad Segóbriga junto a Saelices inicialmente carpetana pero poblada con celtíberos durante las guerras sertorianas.
De los estudios arqueológicos realizados se ha constatado que los carpetanos construyeron sus asentamientos siguiendo dos modelos básicos: sobre llano y en alto.
En dicho yacimiento de Santorcaz, situado en un cerro amesetado, las sucesivas campañas de excavación han sacado a la luz una disposición urbana con las siguientes características: La estructura sociopolítica de los carpetanos resultaba ciertamente atípica, ya que no desarrollaron una jerarquización social así como una centralización del poder semejante a la que se dio en algunos pueblos vecinos como celtíberos, vacceos o vetones.
[79] La aparición de cebada mezclada con leguminosas denota que se cultivaron juntas para mantener la fertilidad del terreno y aprovechar ambas como forraje.
[80] Se han documentado restos de lentejas, yeros, habas, guisantes, guijos, almortas y veza; el garbanzo aparecería ya en época romana.
[79] Finalmente, de una manera más reducida, se cultivaron frutales: higueras, almendros, ciruelos y manzanos, así como hortalizas: zanahorias y apio; como especia se dio el comino, que acabó teniendo fama[d] en el mundo romano.
[79] En cuanto a la ganadería, los estudios arqueológicos indican que la principal cabaña la formaban los ovicápridos, seguidos de los bóvidos, que se usarían como animales de tiro, y en menor proporción otros animales como el cerdo y los equinos.
[108] La llegada del arte lateniense a mediados del siglo III a. C. se deja ver en las fíbulas con cabezas zoomorfas entre las que destaca la llamada “fíbula de Hércules” hallada en Driebes y relacionada con esta, el excepcional ejemplar localizado en la Muela de Taracena del tipo «venatorio con divinidad» que muestra un jinete lanza en mano siguiendo a un perro y a un jabalí.
[113] En esta placa aparecen, junto a diversos motivos geométricos, un ciervo y varias aves cuya naturaleza es difícil de identificar.
Este ritual se ha documentado en otras tribus célticas hispanas y entre los oretanos situados al sur de los carpetanos.
[125] En el territorio carpetano se ha documentado el culto a las siguientes divinidades romanas: Deae, Diana, Dii Manes, Fortuna, Hércules, Júpiter Optimus Maximus, los lares, Liber Pater, Marte, Mercurio, Ninfas, Númen; Pantheus Augustus, Roma, Silvano y Tutela; así como también deidades menores relacionadas con ciudades o actividades cotidianas no documentándose, por otra parte, el culto a dioses orientales como Isis, Serapis o Mitras que sí se dio en otras partes del occidente romano.
[128] A comienzos del siglo IV a. C. se comienzan a diversificar las estructuras funerarias y los materiales asociados a las mismas se vuelven más complejos apareciendo estructuras tales como: túmulos de adobe que en un periodo tardío serán de mayor tamaño y realizados en piedra, o grandes fosas enfoscadas que en ocasiones dividen su espacio funerario en diferentes compartimentos.
[130] Por periodo histórico entendemos aquel para el que las fuentes clásicas nos han transmitido información sobre Carpetania y los carpetanos.
La presencia cartaginesa en la península ibérica proporciona la primera ocasión en que los carpetanos aparecen en los textos históricos que nos transmite Polibio y Tito Livio describiéndolos el primero como «...quizá el pueblo más poderoso de aquellos lugares»[e].
[133] Su primera campaña se dirigió contra los olcades,[f][g] tribu aliada de los carpetanos.
[131] Durante la segunda guerra púnica los carpetanos continuaron con su hostilidad frente a los cartagineses, la cual mantuvieron constante.
Tras una sucesión de victorias romanas, los cartagineses consiguieron derrotarlos y matar a sus generales, Publio y Cneo Escipión en la batalla del Betis Superior gracias a la deserción de los mercenarios celtíberos contratados por los romanos.
[141] La lucha se desarrolló en la zona sur de Carpetania, no registrándose al norte del río Tajo ni presentando resistencia los habitantes de esta parte, quizá por las pérdidas sufridas tras su participación en los combates del sur.
Por este motivo, en el siguiente año de 192 a. C. Nobilior[p] insistió en lo que era el primer objetivo romano en Carpetania y volvió a realizar otra campaña contra Toletum; así, tras tomar los oppida oretanos de Nobila y Cusibi, alcanzó nuevamente la ciudad junto al Tajo, a la que puso cerco.
[153] Ante la falta de ayuda, la población acabó rindiéndose a Flaco, quien introdujo su ejército en la ciudad por el mal tiempo reinante, lo que causó que al llegar finalmente el contingente celtíbero, estos, al no ver campamento romano, se acercasen confiadamente a la ciudad y sufrieran grandes pérdidas ante la salida sorpresiva de los romanos.
[154] Los celtíberos rechazaron auxiliarla por lo que la ciudad pactó su rendición a cambio de un tributo y colaboración militar.
[154] Tras someter esta ciudad, los romanos consiguieron aniquilar al contingente celtíbero tras atraerlo a su campamento mediante una estratagema; efectuaron después una campaña devastando el territorio celtíbero limítrofe[154] y acometieron finalmente el asalto de Alce que tras una dura resistencia tuvo que rendirse.
[161] En el año 139 a. C., el cónsul Quinto Servilio Cepión [y] rompió la tregua acordada con Viriato algunos años antes y capturó la ciudad de Arsa; el caudillo lusitano, cogido por sorpresa en la Beturia, huyó a la Carpetania destruyéndolo todo a su paso y siendo perseguido por los romanos que, aunque consiguieron darle alcance, no pudieron evitar que los lusitanos huyesen por un desfiladero.
[157] Durante los ocho años de esta guerra civil romana, la Carpetania se mantuvo del lado optimate al contrario que sus vecinos celtíberos que se inclinaron por el partido sertoriano;[164] transmitiéndonos las fuentes clásicas únicamente ataques de las tropas sertorianas contra poblaciones carpetanas.
El romano, tras exigirles dinero y quitarles sus armas, hizo ejecutar a todos los tránsfugas (íberos, mayoritariamente) de su bando que se habían refugiado en esta población.
Gran poblamiento carpetano-romano amurallado de unas 30 hectáreas del que se puede apreciar su configuración urbana, edificios públicos, abundantes hornos y hogares, así como una alberca.