Cértima

Después de tomar rehenes y poner una guarnición en la ciudad, siguió su marcha, asaltando los castillos y quemando los cultivos, hasta llegar a otra ciudad de excepcional fuerza, a la que los celtíberos llamaban Cértima.Se encontraba ya aproximando sus máquinas contra las murallas cuando llegó una delegación de la ciudad.Graco les dio permiso y regresaron a los pocos días, trayendo con ellos diez enviados.Después de vaciar las tazas pidieron más, ante lo que los presentes estallaron en carcajadas por su rudeza e ignorancia del comportamiento adecuado.Graco les contestó diciéndoles que él confiaba en su espléndido ejército y que si deseaban verlo por sí mismos, para poder dar completa cuenta a los suyos de él, les daría la oportunidad de hacerlo.Asimismo, debían renunciar a cuarenta de sus más nobles jóvenes caballeros; pero no como rehenes, pues iban a servir en el ejército romano, sino como garantía de su fidelidad.b) La expedición de los romanos por el territorio celtíbero sometiendo a ciento tres ciudades.d) La entrevista con Graco del régulo Thurro cuyos hijos se hallaban en Alce y habían caído prisioneros.Por el dato de los cuarenta nobles caballeros se puede estimar que su población debía contar con una aristocracia guerrera ecuestre y por el dato de la delegación enviada a hablar con Graco, que la ciudad era gobernada por magistrados.
Vista del cerro de la Virgen de Criptana (fondo) desde el muro del campamento romano de El Real (frente)