Siempre le gustó presentarse como el identificador y descubridor del yacimiento, aunque no era cierto.
La Primera Guerra Mundial interrumpió la actividad arqueológica de Schulten en España, pero no supuso el abandono de sus estudios y publicaciones sobre sus temas y, terminado el conflicto, volvió a España inmediatamente.
Encontrar los vestigios de esta mítica ciudad acabó convirtiéndose en una verdadera obsesión para Schulten, algo que no logró pese a todos sus intentos, y hasta le acarreó serios conflictos diplomáticos.
Fue asimismo autor de la completa obra Iberische Landeskunde: Geographie des antiken Spanien, rápidamente traducida y publicada por el CSIC con el título Geografía y Etnología de la Península Ibérica (vols.
Una larga síntesis en alemán anterior a esta obra, que había aparecido como artículo en 1912 en la enciclopedia germana RE Pauly-Wissowa, dio lugar asimismo en 1920 a una traducción española en forma de libro, Hispania (Geografía, Etnología, Historia), con un largo apéndice de Pedro Bosch Gimpera ("La Arqueología prerromana hispánica", p. 225-321), obra que recientemente ha sido reeditada (Sevilla, ed.
Proyectó una obra ambiciosa y de importancia decisiva para los estudios de la Antigüedad española, los Fontes Hispaniae Antiquae (FHA), que, en varios volúmenes, debía recoger todos los textos antiguos y altomedievales referentes a Hispania.
VII (por Virgilio Bejarano Sánchez, dedicado a los textos de Pomponio Mela, Plinio el Viejo y Ptolomeo), con lo que se concluía, en palabras de Maluquer (ibid., prólogo, pág.