En el año 178 los romanos conquistaron el territorio aunque no consiguieron pacificarlo totalmente hasta el 29.
Así pues, las tierras que conforman la actual provincia quedaron bajo ocupación de estos, hasta las invasiones bárbaras de principios del siglo V d. C. El territorio quedó bajo el control del nuevo Reino Visigodo.
Ciudades como Medina del campo o Valladolid se convirtieron en importantes centros administrativos castellanos y además experimentaron un auge económico (mesta, ferias...).
Cuando el Imperio español empieza a decaer debido a las continuas guerras en las que está involucrado y la aparición de nuevas potencias emergentes, se produce un retroceso económico en la zona, al igual que en el resto de la monarquía.
A lo largo del siglo XIX se inicia cierta industrialización relacionada con la agricultura, la ganadería y el ferrocarril.
Inició un proceso de crecimiento económico que alcanzó su máximo con la Burbuja inmobiliaria en España y luego sufrió la crisis económica de 2008, al igual que el resto del país, hasta 2014.
No es festivo pero sí se homenajea a los alcaldes de los 225 municipios vallisoletanos y al resto de políticos vallisoletanos y demás personas célebres nacidas en esta provincia.
El río Duero, que la atraviesa de este a oeste, se convierte en columna vertebral del territorio.
La provincia dispone de cuatro embalses: Encinas de Esgueva, San José, Bajoz y Valdemudarra, todos construidos en el siglo XX, salvo el último que fue construido en la primera década del siglo XXI.
[19] En el territorio provincial hay 4 embalses: Encinas de Esgueva, San José, Bajoz y Valdemudarra, todos fueron construidos en el siglo XX salvo el último que fue construido en la primera década del siglo XXI.
[22] En general, animales típicos que tienen de hábitat la meseta, como: el conejo, ardilla, erizo, topillo campesino, perdiz, avutarda, zancuda, pico picapinos, sisón, golondrina, petirrojo, cuco, ruiseñor, paloma, urraca, pato, oca, gorrión cigüeña, rana común, sapo, sapo corredor, galápago, lagartija, salamanquesa, garza real, garza imperial, garza, águila, águila real, musarañita, ciervo, gamo, aguilucho cenizo, aguilucho lagunero, aguilucho pálido, halcón peregrino, águila culebrera, cernícalo primilla, grulla, ganga común, murciélago ratonero, trucha, carpa, cangrejo de río, nutria, musaraña, liebre, corzo, jabalí, zorro, lobo, gorrión molinero, ganso, pavo real El PIB per cápita de la provincia es de 29 931€/habitante por año (INE 2022).
Estas cifras sufrieron un descanso importante debido a las restricciones impuestas por la pandemia.
Tiene viajes a destinos como Alicante, Barcelona, Palma de Mallorca, Ibiza, Menorca, Gran Canaria, Tenerife Sur, Lanzarote, Valencia o Málaga-Costa del Sol.
[34] En la provincia de Valladolid no existe una división comarcal consolidada a nivel oficial.
Sin embargo, existen comarcas históricas más o menos arraigadas que engloban a varios municipios, pedanías y áreas residenciales que se unen para la gestión de servicios comunes como el de basura, limpieza o sanidad.
Según algunas corrientes castellanistas y las fuentes aportadas por el periódico El Norte de Castilla, la provincia de Valladolid se dividiría en ocho comarcas históricas:[35] La web turística de la diputación provincial divide la provincia en 5 comarcas:[36] Para ciertos historiadores, en la división comarcal, habría que tener en cuenta que algunas pertenecen también a otras provincias:
Valladolid capital cuenta con una tradición que se remonta al siglo XV y que desarrolló su mayor esplendor en el siglo XVII, al ser Capital del Imperio Español, lo que motivó el asentamiento de los principales escultores de la época, como Juan de Juni, Alonso Berruguete o Gregorio Fernández.
En la zona se habla una variedad local del dialecto castellano septentrional, que tiene rasgos diatópicos como el leísmo,[39] el laísmo y otros propios.
Las carnes y los embutidos son de los productos que más fama tienen por su sabor.
Es peculiar el embutido denominado chitas que se elabora con la carne de lechón en adobo.
De hecho, a Carlos I, durante su retiro en el monasterio de Yuste, le hacían llegar el pan elaborado en Valladolid y durante el siglo XVI los maestros panaderos vallisoletanos fueron apoyados económicamente por la Corona.
El pan típicamente castellano recibe el nombre de pan candeal, sobao o bregado, ya que desde tiempos remotos en Castilla la variedad de trigo más utilizada es el trigo candeal.
Tradicionalmente se elabora a mano, con un amasado lento y una fermentación prolongada, terminado la cocción en horno de leña.
Otros equipos destacables son: Atlético Tordesillas, Club Deportivo Laguna y Medinense.
Algunos históricos jugadores de fútbol vallisoletanos son: Adolfo Mengotti, Julio Cardeñosa, Gregorio Fonseca, Eusebio Sacristán, Onésimo Sánchez, Benjamín Zarandona, Rubén Baraja, Sergio Escudero o Fernando Calero.
El desaparecido Club Baloncesto Valladolid, uno de los equipos históricos de la liga ACB de baloncesto que llegó a militar en la Liga ACB y que ha dejado paso al actual Real Valladolid Baloncesto desde 2015, que inició su andadura en LEB Plata y actualmente milita en LEB Oro.
También destaca en el baloncesto en silla de ruedas el equipo BSR Valladolid, que disputa sus partidos en el Pabellón Pilar Fernández Valderrama.
Algunos históricos jugadores de baloncesto vallisoletanos son: José Luis Llorente, Lalo García, Nieves Lobón, Nacho Martín o Fernando San Emeterio (cántabro criado en Valladolid).
También destacan el BM Aula Cultural que milita en la máxima categoría del balonmano femenino español y el BM Atlético Valladolid creado en junio de 2014 (sustituyendo al Balonmano Valladolid) y que dos años después ascendió a Liga Asobal.
Algunos históricos jugadores de balonmano vallisoletanos son: Raúl González Gutiérrez, Chuchi Martínez, Fernando Hernández Casado o Juan Carlos Pastor (entrenador).