A su regreso a España, los Mora recuperaron y restauraron su palacio de Madrid que durante la guerra había funcionado como cuartel de Dolores Ibárruri, conocida como La Pasionaria.
Además del castellano, la reina Fabiola hablaba con fluidez francés, neerlandés, inglés, alemán e italiano.
La nueva reina consorte llevó un vestido creado por el diseñador español Cristóbal Balenciaga.
Fabiola habló abiertamente sobre estos abortos en el año 2008: «Usted sabe, yo misma perdí cinco hijos.
He tenido problemas con todos mis embarazos, pero ya sabe, al final creo que la vida es bella».
Fabiola se trasladó del Palacio Real de Bruselas al castillo de Stuyvenberg y redujo sus apariciones públicas para no eclipsar a su concuñada, la reina Paola.