Se localiza al borde del páramo, muy cerca del límite con la provincia de Palencia, dominando una amplia extensión de terreno en derredor.
En la parte más septentrional de la población se localiza el castillo, su principal monumento.
En el período romano continuó jugando un importante papel, contando con varias villas.
Durante la Edad Media su posición volvió a ser fundamental, cuando estas tierras se volvieron a recuperar y poblar de forma estable.
En el extremo del promontorio se levantaría por parte de la Corona una pequeña fortificación amurallada, a modo de castro, que podría ser la que la familia Meneses tuvo como tenencia durante los siglos XII y XIII.