Existen seis subespecies de golondrina común, que se reproducen a lo largo del hemisferio norte.
En la India, la muda se produciría lenta e irregularmente, extendiéndose sobre la mayor parte del invierno y no habiendo concluido aún en abril en algunos especímenes.
Se han propuesto subespecies adicionales o alternativas para Asia Oriental, incluyendo saturata (Robert Ridgway, 1883),[4][16] kamtschatica (Benedykt Dybowski, 1883),[4] mandschurica (Wilhelm Meise, 1934)[4][16] y ambigua (Erwin Stresemann, 1940).
[4] El hábitat preferido de la golondrina común es campo abierto con vegetación baja, como pasturas, prados y terrenos agrícolas, preferentemente con agua en las cercanías.
[26] En invierno, la golondrina común es cosmopolita en cuanto a su elección de hábitats, evitando solo los bosques densos y los desiertos.
[30] En ausencia de dormideros adecuados, en ocasiones descansan sobre cables donde están más expuestas a los depredadores.
[33] Otro estudio isotópico dio como resultado que una misma población reproductiva de Dinamarca pasaba el invierno en dos áreas distintas.
A menudo son observadas en grandes grupos posados sobre cables de teléfono u otras estructuras elevadas.
La mayor parte de ellas intentaba asegurarse una posición lo más alta posible sobre la colina en la que se encontraba el dormidero.
[30] Las golondrinas comunes se reproducen generalmente entre mayo y agosto, pero esto varía mucho según el lugar.
Los individuos afectados por estos factores no solo presentan un mayor grado de asimetría sino también una menor fortaleza y longevidad.
En Dinamarca, la longitud promedio de la cola del macho se incrementó en un 9 % entre 1984 y 2004, pero es posible que en el futuro los cambios climáticos lleven al desarrollo de colas más cortas a medida que los veranos se vuelvan más cálidos y secos.
[11] Por otro lado, las cópulas fuera de la pareja son comunes, por lo que esta especie es genéticamente polígama, aunque sea socialmente monógama.
El prolijo nido en forma de taza es ubicado sobre una viga o contra una proyección vertical adecuada.
[11] En América del norte al menos, las golondrinas comunes se involucran con frecuencia en una relación mutualista con las águilas pescadoras (Pandion haliaetus).
[11] Las hembras depositan de dos a siete huevos ―por lo general, cuatro o cinco―, blancos con manchas rojizas.
Los pequeños ya voladores permanecen junto a sus padres y son alimentados por ellos durante alrededor de una semana más.
Las golondrinas comunes alimentan a sus pequeños con insectos comprimidos en una bolita, que es transportada al nido en la garganta del adulto.
Se sugirió que estos huecos serían ocasionados por piojos aviares tales como Machaerilaemus malleus y Myrsidea rustica.
Sin embargo, otros estudios apuntan a que podrían ser causados por ischnóceros del género Brueelia.
[47][48] En Texas, Oeciacus vicarius, que a menudo infesta al avión roquero americano (Petrochelidon pyrrhonota), también ha sido descubierto sobre la golondrina común.
[49] Los dormideros comunales atraen a los depredadores: numerosas especies de falcónidos y accipítridos aprovechan estas oportunidades.
pectoralis),[30] tecolote oriental (Megascops asio),[11] autillo europeo (Otus scops),[30] cárabo africano (Strix woodfordii),[30] lechuza de los campanarios (Tyto alba),[30] cuco senegalés (Centropus senegalensis),[30] gaviotas (Laridae), zanate cola de bote (Quiscalus major), zanate norteño (Quiscalus quiscula), gato doméstico (Felis silvestris), lince rojo (Lynx rufus), comadrejas (Mustela spp.
Las golondrinas comunes evaden a los depredadores con su vuelo ágil y construyendo sus nidos en lugares de difícil acceso para ellos.
Sin embargo, parecían evitar en gran medida las arremetidas contra grandes masas, las que quizá les resultaran difíciles de abordar.
[41] En 2014, la golondrina común fue declarada Ave del Año por SEO/BirdLife, la entidad científica dedicada al estudio y conservación de las aves en España desde 1954.
[54] Puede encontrarse una referencia temprana a esta ave en las Geórgicas de Virgilio (29 a. C.): […] garrula quam tignis nidum suspendat hirundo.
[7] La golondrina común simboliza la llegada de la primavera y el amor en Pervigilium Veneris, un poema latino tardío.
Pero aquellas cuajadas de rocío cuyas gotas mirábamos temblar y caer como lágrimas del día... ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón de su profundo sueño tal vez despertará.