Ejecución de los comuneros de Castilla

El cuadro está datado en el año 1860 y actualmente se conserva en el Palacio de las Cortes en Madrid.

[3]​ Desde entonces la obra permanece conservada y un tanto olvidada en la 1ª planta del Palacio de las Cortes en Madrid.

[3]​ La obra casi puede verse como una secuencia de imágenes donde se representan las tres etapas de una ejecución; la subida al cadalso, representada en Francisco Maldonado quien asciende por las escaleras casi molesto por la intromisión del fraile.

Los preámbulos de la ejecución están personificados en un digno Padilla quien resignado y con los brazos cruzados aguarda a que llegue su momento y por último la ejecución, con el cuerpo de Juan Bravo yacente en el suelo ya decapitado.

Además, para reforzar este efecto, Gisbert sitúa el cuerpo sin cabeza del primer ajusticiado justo a la altura de los ojos lo que logra provocar un mayor impacto y estremecimiento al observador.