Fue mandado edificar por el rey castellano Alfonso X por su situación estratégica privilegiada en la meseta.
El Infante Don Juan Manuel levanta en 1324 el actual convento gótico-mudéjar donde se hizo enterrar.
Uno de los elementos más importantes es su ábside gótico-mudéjar (siglo XIV).
La capilla presenta como motivo central una ventana de tracería gótica enmarcada por dos pilastras y un arco.
Construida en piedra caliza muy blanca, labrada minuciosamente y conservada en muy buen estado, es uno de los atractivos de Peñafiel para los amantes del turismo cultural.