En la actualidad todavía se pueden ver las ruinas del castillo.
Los primeros datos históricos sobre este Castillo-Palacio se remontan a 1336.
En su tiempo fue una obra de gran envergadura, con altos torreones y puente levadizo.
En él fue educado bajo anonimato Jeromín, hijo natural del emperador Carlos I de España, el cual más tarde pasó a ser conocido como Don Juan de Austria.
Desde 2014 se han efectuado distintas obras para rehabilitar el castillo.