Liebre

[3]​ Normalmente un animal tímido, la liebre marrón europea cambia su comportamiento en primavera, cuando las liebres se pueden ver durante el día persiguiéndose; esto parece ser la competencia entre los machos para alcanzar el dominio (y por lo tanto más acceso a las hembras receptivas).

[4]​[5]​ Artículo principal: Conejo Las liebres no cuidan a sus crías bajo tierra en una madriguera como lo hacen otros léporidos, sino más bien en una depresión poco profunda o un nido aplanado de pasto.

Las liebres jóvenes se adaptan a la falta de protección física, en relación con la que ofrece una madriguera, al nacer completamente velludas y con los ojos abiertos.

Son, por lo tanto, precoces y capaces de valerse por sí mismas poco después del nacimiento.

Las 32 especies enumeradas son: Las liebres y los conejos son abundantes en muchas áreas, se adaptan a una gran variedad de condiciones, y se reproducen rápidamente, así que la caza es a menudo menos regulada que para otras variedades cinegéticas.

Debido a su contenido extremadamente bajo en grasas, son una mala opción como alimento de supervivencia.

[10]​ Las liebres se pueden preparar de la misma manera que los conejos — comúnmente asados enteros o despiezados para empanar y freír.

En el siglo XIX, se acreditó extensamente que Glasse había comenzado la receta con las palabras "primero, coja su liebre," como en esta citación.

Un método para preservar la sangre después de desangrar la pieza (puesto que la liebre se cuelga generalmente por una semana o más) es mezclarla con vinagre de vino tinto para prevenir la coagulación, y después almacenarla en un congelador.

Generalmente asar una liebre primero, y guisar o guardar la porción que no se come el primer día.

[...]Desde mediados del siglo XX, sin embargo, su consumo empezó a decaer cada vez más rápidamente.

La liebre fue considerada en la antigüedad un animal sagrado de Afrodita y Eros debido a su alta libido.

Liebres vivas eran presentadas a menudo como un regalo de amor en la antigua Grecia.

La liebre se asocia también comúnmente a la diosa anglosajona Ostara, y por lo tanto sus símbolos paganos como el Conejito de Pascua han sido adaptados en la tradición cristiana.

Sin embargo, ninguna fuente primaria apoya esta creencia, que parece ser una invención moderna.

De esta superstición, surgió el proverbio: no come liebre que aplicaban al hombre feo y por esta razón el emperador Alejandro Severo tenía dispuesto que todos los días se le sirviera liebre.

Una liebre asustada puede cubrir de un salto 3 metros con facilidad, y una vez en el suelo, puede saltar en ángulo recto para confundir a su perseguidor.