Las negociaciones se prolongaron hasta que Oneguin murió en 1925, y el grueso de su colección finalmente acabó en Rusia.
[1] Este hecho implicó la extensión de su alcance para abarcar todos los escritores clásicos rusos del siglo XIX.
En 1920, la Casa Pushkin fue rebautizada como Instituto de Nueva Literatura Rusa para reflejar su renovado propósito.
Su objetivo principal era preparar ediciones altamente "académicas", respaldadas por notables autoritarides, de los trabajos de Pushkin, Mijaíl Lérmontov, Visarión Belinski, Iván Turguénev, Nikolái Nekrásov, Fiódor Dostoyevski, y otros autores célebres del siglo anterior.
Tras la guerra, el instituto continuó como un destacado centro académico de la literatura rusa, empleando a los principales estudiosos como Borís Eijenbaum y Dmitri Lijachov.