[5] La altitud de los viñedos está comprendida entre los 600 y 750 metros, los suelos son pardos con textura arenosa, pobre en materia orgánica y con bajo contenido en sales minerales.
Los inviernos son rigurosos (lo que implica temperaturas mínimas extremas y la prolongación del periodo de heladas) y los veranos cortos, no excesivamente calurosos y con importantes oscilaciones térmicas entre el día y la noche.
De estos, 22 son bodegas, 3 recursos culturales y empresas de turismo, 6 hoteles y 14 establecimientos de restauración[8].
En 2019 la Ruta del Vino de Toro fue certificada por ACEVIN (Asociación Española de Ciudades del Vino), pasando a formar parte de las Rutas del Vino de España y convirtiéndose en la octava Ruta del Vino de Castilla y León[9].
Según el informe anual de ACEVIN en 2021 la Ruta del Vino de Toro recibió 46.153 visitantes, un 146% más que en 2020, logrando ser la segunda Ruta del Vino más visitada de Castilla y León[10].