La villa, que ya existía en 1095 (Barceale de Lomba), se benefició del fuero que concedió en 1197 el monarca leonés Alfonso IX a Castroverde de Campos (Zamora).
Esta se da principalmente en el mes de agosto y durante las festividades del pueblo.
Tiene cuatro capillas interiores en la que sobresale una estupenda cúpula y otra con un bello artesonado de madera policromado.
Hornacina central muy reformada durante el siglo XVIII, momento en el que se hace la custodia y la mesa del altar.
3.º Cuerpo; El Calvario en el centro, con María Magdalena y Santa Margarita a los lados.
Destacar un Crucifijo posterior de gran calidad y atribuido a un escultor romanista.
La estación fue abandonada hace ya 52 años, tiempo en el que se realizó el último viaje en el Tren Burra.
Anexo a la estación existía un taller de maquinaria agrícola.