[2][3] En el año 949 a causa de un terremoto en la zona cambió el curso del río.
El río recorre pequeñas poblaciones de viviendas hechas de tapial y adobes, como el color del agua que arrastra el mismo material.
Muchos pueblos que atraviesa se apellidan con su nombre.
Discurre apacible y sin sobresaltos camino de la desembocadura.
Encauzado para evitar las riadas invernales no tiene otro encanto que el de recibir, en las épocas de pesca, a los pescadores de caña (barbos y carpas) y reteles (cangrejos).