El monte de Riocamba se sitúa entre las coordenadas geográficas Siendo su límite norte42°43′20″N 4°52′20″O / 42.72222, -4.87222 y el sur 42°37′50″N 4°59′10″O / 42.63056, -4.98611 Está representado en las hojas 161 y 163 del Instituto Geográfico Nacional y catastral a escala 1:50.000 (Mapa n.º2) La población más cercana es Canalejas, en la provincia de León, a 7 km al oeste, a la que se accede mediante pista forestal.
Básicamente Riocamba es un pinar fruto de la política de repoblaciones del régimen franquista posterior a la Guerra Civil Española, compuesto por tres especies autóctonas a la par que emblemáticas en la península ibérica, a la sazón el pino silvestre (Pinus sylvestris, pino negral o laricio Pinus nigra y pino resinero Pinus pinaster, este último en declive, ya sea en forma mixta o en masas puras; no es difícil ver bosquetes más o menos amplios de rebollo Quercus pyrenaica o algún que otro roble albar Quercus petraea, que incluso en dos zonas bien definidas (Campalbo y Hojascal) ganan la partida al pinar formando masas dignas de admirar.
La vegetación acompañante del roble o rebollo está formada en su mayor medida por el espino albar (Crataegus monogina), el endrino (Rubus spinosa), ingrediente principal del pacharán, y algunas especies de rosal silvestre (Rosa sp.
Algún que otro manzano silvestre (Malus sylvestris) de porte más arbustivo que arbóreo, o algún aligustre (Ligustrum vulgare completan, junto con la jara (Cistus laurifolius), y otra erica (Erica tetralix) el estrato arbustivo.
En los valles ligados al agua, desde abedul (Betula pendula), salgueras o sauces (Salix alba, Salix cinerea, y otros de menor porte, como Salix eleagnos o Salix salviifolia, y todas las hibridaciones posibles entre ellos), algún que otro arce (Acer pseudoplatanus), algún fresno, majestuoso en su porte (Fraxinus angustifolia) , arraclanes (Frangula alnus), torviscos (Daphne gnidium), hiedras (Hedera helix)... Infinidad de plantas medicinales o aromáticas, a la sazón el espliego (Lavandula stoechas), el tomillo (Thymus mastichina y Thymus zygis), el aladierno (Rhamnus alaternus), el llantén menor (Plantago lanceolata), indicado para todo tipo de infecciones de las vías respiratorias, el arándano (Vaccinum mirtyllus), otras bellas por sus flores, como la madreselva (Lonicera periclymenum), la pimpinela (Sanguisorba minor); especies emblemáticas dentro de la Cordillera Cantábrica como el acebo (Ilex aquifolium).
), bromos (Bromus erectus, Bromus mollis), dactilos (Dactylis glomerata), gramas (Cynodon dactylon), festucas (Festuca ovina, de menor porte, y Festuca pratensis), raigrás (Lolium perenne), todas ellas de la familia de las gramíneas; y cómo no podía ser menos, alguna leguminosa enriqueciendo el suelo pastable: astrágalos (Astragalus sp.
Los amantes de la micología encontrarán un paraíso para su disfrute: a destacar setas emblemáticas como el boleto del pino (Boletus pinicola), la calabaza (Boletus edulis), la seta de primavera (Calocybe gambosa) o el delicioso níscalo (Lactarius deliciosus), eso sí, poco abundante, incluso la seta de los césares (Amanita caesarea), rebozuelo (Cantharellus cibarius); altamente venenosas como el boleto de satanás (Boletus satanas), la oronja verde (Amanita phalloides) ; otras muchas, que, seguro, algún micólogo avistado podrá certificar que ha encontrado en sus incansables paseos por Riocamba.
Estos páramos son surcados y divididos por corrientes de agua más o menos importantes que llegan a los afluentes del Duero.
Desde entonces los pueblos de Cea y Valdavida han estado en litigio permanente por el monte y sus aprovechamientos para pasto, ya que Valdavida tenía sobre el monte mancomunidad de pastos.
La superficie amillarada del predio que se saca a la venta es de 2.727 ha y 50 áreas.
También alega que ya había transcurrido más de un año desde la adquisición del dominio útil por el Patrimonio Forestal.
Lo degradado del medio lleva a elegir como especies principales para un primer estado de restauración a los pinos silvestre y negral, aunque se plantean también repoblaciones con rebollo y se plantan numerosos abedules en las vaguadas.
Los venados se hicieron proverbiales por su abundancia y la calidad de sus trofeos; al abrigo del pinar, a mediados de los años ochenta aparecieron los primeros helechos, poco después los primeros acebos; el roble se fue paulatinamente recuperando y extendiendo.
El Cuartel A que ocupa la zona Norte del monte abarca una superficie de 1.734 ha y 62 rodales.
El cuartel B, abarca la parte meridional del monte con una extensión de 749 ha y 23 rodales.
Los rodales se han diferenciado atendiendo principalmente a accidentes geográficos (ríos, vaguadas) y vías e infraestructuras (pistas, cortafuegos).