Tampoco como capital parlamentaria, puesto que se celebraron Cortes en muchas otras localidades.
El traslado se debió a que el duque de Lerma efectuó una magistral operación inmobiliaria, comprando propiedades e invirtiendo en su propio beneficio.
El enriquecimiento fue doble: por un lado (antes del traslado) compró terrenos en Valladolid a un precio irrisorio que aumentaron su valor exponencialmente tras el traslado; y por otro, cuando Valladolid ya era capital, compró nuevas tierras en Madrid aprovechando la caída de precios.
También en 1605 una delegación inglesa compuesta por entre 600 y 700 personas visitó la ciudad con el fin de lograr la paz.
[1] Se especula si entre los miembros de esa delegación estaba William Shakespeare y si en ese caso llegó a conocer personalmente a Miguel de Cervantes,[2] que en aquel momento vivía en esta ciudad.