Aunque su utilización es contemporánea a la Revolución, la mayor responsabilidad de su fijación en el ámbito literario le pertenece a Alexis de Tocqueville, autor del ensayo El Antiguo Régimen y la Revolución.Su utilización con este sentido, que no era usual antes, se hizo habitual por los autores del tercer cuarto del siglo xx, como Antonio Domínguez Ortiz, Gonzalo Anes o Miguel Artola, que terminaron por fijar el concepto en la historiografía española.[5] Desde el punto de vista del materialismo histórico, el Antiguo Régimen se puede definir como una formación socioeconómica, es decir, la combinación peculiar de modos de producción y relaciones sociales para un ámbito espaciotemporal más o menos amplio, que construye su adecuada superestructura política y que se justifica por su correspondiente ideología.Para finales del siglo xvi, solo Francia, Inglaterra y la Monarquía Hispánica se pueden añadir a la lista.Inglaterra superará el concepto a lo largo de los siglos xvi y xvii derivando hacia lo que se ha denominado como Estado nación.Los otros continentes son colonizados posteriormente, ya en época industrial o Nuevo Régimen.En ese contexto, Luis XI sería un buen ejemplo de rey autoritario para el siglo xv.No se alcanzará su paradigma más acabado hasta la monarquía absoluta de Luis XIV, que pudo hacerse llamar «el Rey Sol».El modelo español se diferenció del francés en lo que Ignacio Vicent López llamó «una cuestión de estilo».Este sistema se prolongaría con variaciones bajo los Habsburgo hasta que a la llegada de los Borbones se adopte el modo francés, en lo que llegaría a ser una monarquía absoluta, aunque nunca pudo librarse de las huellas del antiguo estilo.Los puestos burocráticos son un buen banderín de enganche para la baja nobleza y la burguesía.El brillo cultural del Siglo de Oro no ocultaba que la economía, estimulada por la revolución de los precios del siglo xvi, entró en declive en el xvii, siglo de crisis general que empujará a la despoblación en particular a la Europa del Sur, mucho más a España, y más aún al hasta entonces decisivo centro castellano.Lo que sí produjeron fue una clara modernización de las relaciones internacionales, en un sentido pragmático que olvidaba las fantasías medievales (herencia del Dominium mundi) y el fundamentalismo religioso aún vigentes en el siglo xvi.Para la mayor parte de la Edad Moderna en Inglaterra u Holanda, el término Antiguo Régimen no es aplicable, dado que desde el siglo xvi o xvii están en un proceso de transformación económica, social y política (hasta tal punto no ve discontinuidad con la Edad Contemporánea, que la historiografía anglosajona llama Modern History al periodo desde la Edad Media hasta la actualidad).En general, Antiguo Régimen podría entenderse como el período anterior a las Guerras napoleónicas.Los países escandinavos desarrollaron monarquías nacionales desde la Edad Media, aunque la definición de su personalidad definitiva no llegó hasta el siglo xx.Su evolución económica y social fue en cierta manera similar a la de Europa Occidental, interviniendo en los procesos intelectuales clave (Renacimiento, Reforma, Ilustración) e implicándose en los conflictos europeos, especialmente en la guerra de los Treinta Años, en que fueron decisivos.Se consideraba idóneo el acceso con los menores intermediarios posibles del productor al consumidor, y la reventa y todo tipo de especulación con el precio intentaba prohibirse, incluso con sanciones religiosas (pecado-delito de usura) lo cual no quiere decir que se consiguiera siempre, como demuestra la práctica de la vida cotidianade en el mercado.[20] La apertura del mundo a los europeos con la Era de los Descubrimientos trae como consecuencia la primera economía-mundo.Fisiocracia y librecambio o liberalismo económico aparecen en el siglo XVIII como propuestas alternativas que van abriéndose camino en una coyuntura de transformación del sistema.En todo caso, la famosísima respuesta del "villano" Pedro Crespo al "linajudo" don Lope:Casi nunca convocaba a las Cortes y, cuando lo hacía, se reservaba siempre el derecho de tomar la decisión final.El ejemplo más acabado es la Francia del Rey Sol, Luis XIV, que encontró su mejor teórico en Bossuet.El rey hacía las leyes, que eran la expresión de su voluntad personal, pues si bien debía tener en cuenta las "costumbres fundamentales del reino", tales costumbres eran contradictorias y vagas, y hubiera sido difícil definirlas claramente.La libertad individual estaba amenazada constantemente por la policía, que podía prender a cualquiera con una simple orden del rey, la "carta sellada" (lettre de cachet).Era relativo hasta qué punto los monarcas llamados absolutos podían ejercer un poder semejante, e incluso es planteable si ni siquiera tendrían la pretensión de organizar la vida pública en toda su extensión,[33] ya que se dejaban enormes espacios en que el poder se ejerce por multitud de intermediarios (los "estados" nobiliarios, la poderosísima jurisdicción eclesiástica, los territorios forales, y todo tipo de corporaciones, como los ayuntamientos, los gremios, las Universidades...).El clima en Francia no era más permisivo, como prueban los casos en que se vio envuelto Voltaire.La Europa protestante tendió a ser más tolerante, sin desconocer la represión, como probó Miguel Servet.Que, en cambio, fueran Italia y Flandes, emporios de la burguesía bajomedieval unidos por las rutas mercantiles del oeste europeo, las que destaquen en ambos movimientos culturales (Humanismo y Renacimiento), no debe ser casualidad.Las monarquías nacionales más adecuadas al modelo Antiguo Régimen los siguen por difusión, e incluso impulsados por la oportunidad de legitimación que el mecenazgo de la vanguardia artística e intelectual, y los programas arquitectónicos, proporcionan a las pujantes monarquías.
El mendigo
, de
Murillo
. A pesar de individuos e instituciones
caritativas
que veían en el pobre una imagen de Jesucristo, el Antiguo Régimen asociaba la
pobreza
extrema y públicamente exhibida a todo género de
vicios
, tal como muestran la
literatura picaresca
genuinamente española y los
arbitristas
. No faltaron leyes destinadas a reprimir la mendicidad y proyectos de encerrar a los pobres en
asilos
, lejos de la visión del público, frustrados por el endémico déficit presupuestario de la monarquía española.
[
10
]
La reina
Cristina de Suecia
, por
Sébastien Bourdon
(1653). Protagonizó un sonado episodio con su traslado a los Estados Papales después de su abdicación, donde fue acogida por el Papa, en previsión de un triunfo de la Contrarreforma en el norte de Europa que nunca se llegó a producir. La interpretación de su vida ha sido objeto de muchas especulaciones y, más que ser muestra de la condición común de la mujer en el Antiguo Régimen, lo es de excepcionalidad.
Pieter Brueghel el Joven
:
El censo de Belén o El pago del
diezmo
(1566), un tema religioso camuflado en una escena costumbrista, ambientada en el crudo invierno del norte de Europa.
Pieter Brueghel el Viejo
, padre del anterior, nos pinta cómo
Los segadores
, en el verano, se confían a los ritmos anuales que repiten procesos de
larga duración
. La vida humana se somete a ellos con la misma fatalidad que al pago de los impuestos.
Barrière Saint-Martin, proyecto del visionario arquitecto
Claude Nicolas Ledoux
(1788). Las
aduanas
interiores, los
pontazgos
, registros y
portazgos
, como este, que controlaría el acceso de los productos a París en vísperas de la Revolución francesa, eran características del Antiguo Régimen.
Las distintas partes del territorio francés, más compacto que la Monarquía Católica pero igualmente difuso en cuestiones de soberanía.
El Imperio europeo de
Carlos V
fue la máxima expresión tanto de acumulación de poder como de diseminación territorial. En distintos colores, la herencia de su abuela materna,
Isabel la Católica
(azul), de su abuelo materno,
Fernando el Católico
(naranja), de su abuela paterna,
María de Borgoña
(morado), y de su abuelo paterno
Maximiliano de Habsburgo
(verde). El territorio de
Milán
no es heredado, sino conquistado en disputa con Francia, aunque teóricamente tributario del
Sacro Imperio
, que ha obtenido por elección. No hay que olvidar los territorios extraeuropeos que están en proceso de descubrimiento y conquista.
Carlos I de Inglaterra
, aquí magníficamente retratado con el máximo de
decorum
regio por
Antón Van Dyck
, fue decapitado en 1640, incapaz de crear una monarquía absoluta sobre una sociedad burguesa