Cristina de Suecia

La relación con su madre fue difícil y la niña pasó al cuidado de la hermana del canciller Oxenstierna.

Cristina y el canciller Oxenstierna tuvieron diferencias en la forma de llevar los acuerdos, imponiendo finalmente la reina su opinión.

En 1652, los eruditos franceses Samuel Bochart y Pierre Daniel Huet se hicieron cargo de su biblioteca.

En 1652 la salud de Cristina se resintió y el médico francés Pierre Bourdelot fue llamado a Estocolmo para tratarla.

Es posible que ambos hayan apoyado a Cristina como confidentes, y católicos, en las inquietudes religiosas de la reina.

En 1647, la soberana fue inquirida oficialmente por el Consejo del Reino sobre un futuro matrimonio que asegurara la continuación de la dinastía.

La soberana aprovechó hábilmente un conflicto entre la nobleza y la plebe, esta última exigiendo reducciones en los impuestos, para imponer su voluntad.

Su profesor Johannes Mattiae Gothus, obispo de Strängnäs, fue duramente criticado por el clero sueco por la responsabilidad que pudiera haber tenido en esta decisión.

En cada localidad por la que pasaba, se la saludaba con salvas de cañón, las iglesias tañendo sus campanas, misas, procesiones e incluso representaciones artísticas en honor a ella.

María Cristina Alexandra Vasa comenzó entonces una nueva etapa de su vida en la urbe más importante del catolicismo.

En general atraía su atención todo lugar que pudiera tener importancia religiosa y cultural para ella.

Para asesorarla en su nuevo ambiente, el papa designó al cardenal Decio Azzolini, conocido por su amplia cultura y dotes diplomáticas.

Cristina contestó reafirmando su condición real para hacerlo, pero esto provocaría una ola de desprestigio hacia su persona, que trascendería en el tiempo.

Cristina regresó a Roma en febrero de 1658, siendo recibida con frialdad por el papa Alejandro VII y la nobleza.

Poseyendo gran sagacidad y cultura, carecía de talento administrativo, que dejaba en otras manos, no siempre honestas.

La exsoberana también estaba disconforme con la gestión de los gobernadores generales que administraban su hacienda, pero sin poder político suficiente, no pudo designar otros.

Allí resolvió firmar un contrato con un banquero para que se hiciera cargo de normalizar sus ingresos.

Durante su estancia en Hamburgo se interesó por la alquimia y la piedra filosofal, lo que algunos autores han interpretado como una búsqueda de Cristina para resolver sus problemas financieros.

En cuanto a sus propiedades, logró arrendar sus posesiones de Ösel y Gotland, lo cual implicó un ingreso fijo.

Con amargura abandonó Suecia el año 1668 para ya no retornar más y volvió de nuevo a Hamburgo.

También interesado en las artes, al regreso de Cristina otorgó a esta una renta anual para ayudarla en sus proyectos.

Entre los miembros de dicha academia se encontraba un joven literato, Giovanni Francesco Albani, el futuro papa Clemente XI.

La elección en 1676 del nuevo papa, Inocencio XI, un reformador administrativo y opositor a Luis XIV, traería un cambio en la situación de Cristina.

Esta correspondencia se encuentra hoy mayormente en los Codices Reginenses de la Biblioteca Vaticana y también repartida por Europa.

El talento para la síntesis parece haberlo heredado de sus ancestros paternos, hasta Gustavo Vasa, conocidos por expresarse en forma clara y concisa.

También le escribió una carta al papa Inocencio XI solicitando con humildad su perdón por las diferencias que habían tenido.

Su cuerpo amortajado se expuso durante tres días en su palacio para recibir los últimos respetos de numerosos visitantes.

[3]​ El armenio Ruben Mamulian dirigió a Greta Garbo en la película La reina Cristina de Suecia (Queen Christina), estrenada con enorme éxito en 1933.

En 1974 se estrenó la película británica Abdicación (The Abdication) dirigida por Anthony Harvey con Liv Ullmann interpretando a la reina Cristina, con música de Nino Rota.

[4]​ En 2015 se estrenó la película Reina Cristina, la mujer que fue rey (The Girl King), dirigida por Mika Kaurismäki.

Cristina de Suecia, 1645.
Cristina de Suecia a caballo (1653) de Sébastien Bourdon . Museo del Prado ( Madrid )
Descartes en la Corte de la reina Cristina de Suecia (detalle) , Louis-Michel Dumesnil, Museo Nacional del Palacio de Versalles .
Antonio Pimentel de Prado (1604-1671/72) [ 1 ]
El castillo de Upsala
Una de las musas de la Villa Adriana de Tívoli , reunidas por Cristina de Suecia. Presiden actualmente el nuevo recibidor oval del Museo del Prado
Monumento a la reina Cristina de Suecia en la Basílica de San Pedro , Roma .
El sarcófago de Cristina en la extensa cripta papal del Vaticano.