Ella ejerció cierta influencia política como viuda después de 1586.
Se le dio una estricta educación protestante por su tía Isabel, duquesa viuda de Sajonia, pues su madre murió en su sexto año de vida.
En 1565, el ala del Castillo de Gottorp, en la que la pareja tenía sus aposentos privados, fue reducida a cenizas; mientras que los efectos personales y también dinero contante habían sido destruidos.
Cristina se encargó diligentemente de educar a sus hijos.
Ella estaba interesada en la medicina, y también fabricaba sus propios medicamentos.