Marqués de Sade

Fue adaptada al cine en 1975 por el autor y cineasta neorrealista italiano Pier Paolo Pasolini, quien sería asesinado después.

Sade luego se referiría a este período en 1803 diciendo: «Los entreactos de mi vida han sido demasiado largos».

Desde 1834, la palabra «sadismo» aparece en el diccionario en varios idiomas para describir la propia excitación producida al cometer actos de crueldad sobre otra persona.

Entre sus antepasados se cuenta Hugues III, que desposó a Laura de Noves, inmortalizada en los versos del poeta Petrarca.

En 1750, con 10 años, Donatien vuelve a París en compañía del abad Amblet e ingresa en el prestigioso colegio jesuita Louis-le-Grand.

Mostró mucho interés por la pintura, y pasaba horas enteras en las galerías de cuadros que desde entonces estaban abiertas al público en el Louvre.

Durante los meses siguientes, su padre negocia su boda con la hija mayor de los Montreuil, familia perteneciente a la nueva nobleza, con una excelente posición económica e influencias en la Corte.

El matrimonio tendría tres hijos: Louis-Marie, nacido un año después de la boda, Donatien-Claude-Armand y Madeleine-Laure.

Monta un teatro en el castillo, donde da representaciones; más adelante forma una compañía profesional y recorre con ella las ciudades cercanas con un repertorio superior a las veinte obras.

Según su propia descripción, permanecía permanentemente encerrado en su celda, con la única visita diaria del carcelero encargado de pasarle la comida.

En la primera carta, enviada dos días después de su reclusión, Renée le escribía: «¿Cómo has pasado la noche, mi dulce amigo?

La noche siguiente a la carta del gobernador los carceleros irrumpen en su celda y, sin permitirle recoger sus pertenencias, lo trasladan al manicomio de Charenton.

En el traslado y la posterior toma de La Bastilla pierde 15 volúmenes manuscritos «listos para pasar a manos del editor».

Entró en contacto con la Comédie Française que le aceptó una de sus piezas, El misántropo por amor o Sofía y Desfranes.

Aun siendo su estreno un éxito de público y crítica, un altercado protagonizado por algunos espectadores en su segunda representación provocó su suspensión.

[55]​ Sade es nombrado Presidente de su sección, pero presidiendo una sesión dimite porque, según sus palabras: «Estoy rendido, exhausto, escupiendo sangre.

Ayer, entre otras cosas, después de haberme visto obligado a retirarme dos veces, no tuve más remedio que dejar mi sillón al vicepresidente.

A Sade se le diagnosticó para su ingreso «demencia libertina», y allí permanecerá recluido hasta su muerte.

Además dice: «Sus movimientos eran perfectamente graciosos, y su armoniosa voz tenía acentos que tocaban el corazón de las mujeres».

Ya había perdido la «figura agraciada», pues el propio Sade escribió unos años antes en la Bastilla: «He adquirido, por falta de ejercicio, una corpulencia enorme que apenas me deja mover».

Sin embargo, sí mostraba desde muy temprana edad una disposición hacia el cambio continuo y la experimentación con situaciones nuevas, pues, pese a los cargos que ocupó en el ejército y las ocupaciones que su familia le procuraba, no se mostraba satisfecho con nada, y de ahí que desde su tierna juventud empezara a frecuentar los prostíbulos, donde, según expresión de Beauvoir, «compra el derecho de desencadenar sus sueños».

Pero como no existe, dice Sade, otro medio más confiable de verificación, solo a él es posible someter la fe hacia objetos sin realidad.

[76]​ Maurice Blanchot encuentra, pese al «absoluto relativismo» de Sade, un principio fundamental en su pensamiento: la filosofía del interés, seguido por el egoísmo integral.

Este principio egoísta está, para Blanchot, perfectamente claro en Sade, y se puede encontrar en toda su obra.

[75]​ Siguiendo la doctrina del determinismo causal de autores ilustrados (Hobbes, Locke o Hume) como ley general del universo, Sade concluye que las acciones humanas son determinadas también, y por lo tanto, carentes de responsabilidad moral, siguiendo así un relativismo moral libertino.

El criminal sadiano no teme al castigo divino porque es ateo y, así, dice haber superado esa amenaza.

[11]​ Se confirma, por las citas explícitas o implícitas que Sade hace en sus obras, la influencia de los siguientes autores y obras: la Biblia, Boccaccio, Cervantes, Cicerón, Dante, Defoe, Diderot, Erasmo, Hobbes, Holbach, Homero, La Mettrie, Molière, Linneo, Locke, Maquiavelo, Marcial, Milton, Mirabeau, Montaigne, Montesquieu, Moro, Pompadour, Rabelais, Racine, Radcliffe, Richelieu, Rousseau, Jacques-François-Paul-Aldonce de Sade, Pedro Abelardo, Petrarca, Salustio, Séneca, Staël, Suetonio, Swift, Tácito, Virgilio, Voltaire y Wolff.

[86]​ Su obra más difundida en su tiempo y durante el siglo XIX fue Justine o los infortunios de la Virtud.

En el siglo XIX continuó circulando clandestinamente, influyendo en escritores como Swinburne, Flaubert, Fiódor Dostoyevski y en la poesía de Baudelaire (entre los muchos en los que se ha querido ver la influencia sadiana).

No puedo comprender por qué este libro, objeto de estudios académicos por psiquiatras y expertos literarios, recibe un trato diferente», comentó a la AFP Lee Yoong.

Escudo de armas de la Casa de Sade : «Gules con una estrella de oro ornada de un águila de sable cebo y diademada de gules». Privilegio obtenido por Elzéar de Sade del emperador Segismundo de Luxemburgo en 1416.
Hôtel de Condé , palacio de los príncipes de Condé , lugar de nacimiento de Sade en París.
Iglesia de Saint-Sulpice , en París, donde Sade fue bautizado el 3 de junio de 1740.
Fachada del Liceo Louis-le-Grand , colegio jesuita al que ingresó a estudiar Sade a la edad de 10 años.
Iglesia de Saint-Roch , en París, en donde se casó el marqués de Sade el 17 de mayo de 1763.
El rey Luis XV se mantenía informado de la vida sexual de la nobleza gracias a los informes del inspector de policía Marais.
Casa de Arcueil, donde Sade llevó a Rose Keller el domingo 3 de abril de la Semana Santa de 1768.
El castillo del marqués de Sade en Lacoste , construido en una de las estribaciones del macizo de Luberon , saqueado e incendiado durante la Revolución Francesa y luego vendido.
Anne-Prospére de Launay de Montreuil, cuñada de Sade.
Retrato imaginado de Sade durante su encierro en Vincennes.
Castillo de Vincennes , en el que Sade fue encarcelado entre 1777 y 1784, cuando fue trasladado a la Bastilla
Jean-Jacques Rousseau fue uno de los autores predilectos del marqués de Sade.
En la Bastilla , Sade fue recluido en los pisos segundo y sexto de la tour Liberté (sección B del plano).
La Bastilla fue tomada el 14 de julio de 1789. Sade había sido trasladado pocos días antes.
El ciudadano Sade pone su pluma al servicio de la Sección de Piques. El 2 de noviembre de 1792, leyó su discurso Idea sobre el modo de sanción de las leyes , que le valió las felicitaciones de sus colegas, quienes decidieron imprimirlo y enviarlo a otras secciones.
Aline y Valcour . Grabado del Tomo 1, Primera parte, página 112.
Ilustración de Aline y Valcour . Tomo 3. Sexta parte, página 459.
Napoleón Bonaparte arrojando a las llamas la novela Justine (grabado atribuido a P. Cousturier). Napoleón escribió: «Es el libro más abominable jamás engendrado por la imaginación más depravada» ( Memorial de Santa Elena , Pléyades, Tomo II, página 360).
Entrada al Hôpital Esquirol , hospital psiquiátrico de Charenton-Saint-Maurice , en donde el marqués de Sade pasó sus últimos años de vida.
Extracto del testamento manuscrito del marqués de Sade. En la última línea puede verse su firma « d. a. f. Sade ».
Retrato imaginario del marqués de Sade.
La obra del Barón de Holbach fue una de las principales influencias respecto a los planteamientos de Sade sobre el ateísmo .
Grabado de La nueva Justine (1797).
Una de las ediciones de Justine en vida de Sade.
Ilustración de Justine . Volumen 2.
Ilustración en un impreso neerlandés de Juliette , c. 1800.
Ilustración de una edición alemana de Justine . 1797.
Manuscrito original de Las ciento veinte jornadas de Sodoma , conocido como «el rollo de la Bastilla».
Artículo de Paul Eluard en el número 8 del 1 de diciembre de 1926 de La revolución surrealista , titulado: «D.A.F. de Sade, escritor fantástico y revolucionario».
Guillaume Apollinaire fue quien rescató del «infierno» de la Biblioteca Nacional de Francia la obra de Sade.
Marat-Sade , obra que recrea la estancia de Sade en Charenton y sus representaciones teatrales.