A su labor como investigador y profesor, sumaría hasta 1966 la de periodista para el Nouvel Observateur parisino.
Esto dio inicio a un gran proceso de análisis y crítica del legado revolucionario, que marcaría su producción historiográfica en los años siguientes.
En 1977 sucedió a Jacques Le Goff como presidente de la École des Hautes Etudes en Sciences Sociales (EHESS).
De su actividad en dicha institución surgió el actual Centre d'études sociologiques et politiques Raymond Aron (CESPRA), dedicado al estudio y discusión del liberalismo francés.
En 1995 recibió el Premio europeo Amalfi de sociología y ciencias sociales, por Le passé d'une illusion.