Edicto de Nantes

Su inusitada extensión se explica por el hecho de que aclaraba las dificultades con minuciosidad.

Otra idea que se revela falsa para algunos autores es el concepto de tolerancia.

Este concepto no figura en el edicto y ni siquiera se utiliza esta palabra, contrariamente a lo aseverado en 1998.

Uno de los artículos secretos incluso les garantizaba protección contra la Inquisición cuando viajaran al extranjero.

El deseo final del rey era que los protestantes volvieran al redil católico.

El ejercicio del culto protestante se limitó a zonas geográficas específicas y estaba prohibido donde no se autorizaba expresamente, como en la Corte y a menos de cinco leguas de París, así como en el ejército.

[4]​ El edicto sólo trató la coexistencia entre protestantes y católicos, pero no incluyó las demás minorías religiosas.

Hoy día se celebra a pesar de que el edicto garantizaba una tolerancia limitada.

[3]​ Los católicos vieron en este edicto un medio para contener a los protestantes, soñando con su desaparición.

Además, los actos delictivos, y no la filiación religiosa, fueron el criterio para proceder judicialmente contra una persona.

Al firmar el edicto, Enrique IV estaba interesado principalmente por la unidad civil.

[cita requerida] Aunque la Iglesia católica retuvo cierto grado de autoridad, el poder del Estado se vio grandemente reforzado.

Esta política de conversiones más o menos forzosas resultó eficaz, cuando menos oficialmente, aunque la práctica clandestina del protestantismo siguió manteniéndose incluso dentro de las familias recién convertidas al catolicismo.

En 1787, Luis XVI promulga el edicto de Tolerancia, que pone fin a todas las persecuciones.

Será necesario esperar hasta la Revolución francesa de 1789 para que el protestantismo recobre todos sus derechos.

Con el tiempo, muchos países redefinieron la relación entre la religión y la política, poniendo la autoridad estatal en un nuevo nivel.

Según el conocido profesor de Historia y Sociología Jean Baubérot, esta medida fue “la mejor protección para las minorías” en un ambiente que se tornaba cada vez más intolerante.