Prejuicio

[2]​[3]​ La palabra se utiliza a menudo para referirse a una evaluación preconcebida (normalmente desfavorable) o clasificación de otra persona basada en las características personales percibidas de esa persona, como identidad política, sexo, género, identidad de género, creencias, valores, clase social, edad, discapacidad, religión, sexualidad, raza, etnia, lengua, nacionalidad, cultura, complexión, belleza, altura, peso corporal, ocupación, riqueza, educación, criminalidad, afiliación a un equipo deportivo, gustos musicales u otras características percibidas.

[4]​ La palabra prejuicio se utiliza desde el inglés medio alrededor del año 1300.

La primera investigación psicológica realizada sobre el prejuicio tuvo lugar en la década de 1920.

En aquella época, los teóricos consideraban que el prejuicio era patológico y, por tanto, buscaban síndromes de personalidad vinculados al racismo.

Theodor Adorno creía que el prejuicio provenía de una personalidad autoritaria; creía que las personas con personalidades autoritarias eran las más propensas a tener prejuicios contra los grupos de estatus inferior.

Allport afirmaba que el prejuicio es un proceso natural y normal para los seres humanos.

Le impone condiciones para fomentar el contacto positivo y reducir los prejuicios.

El prejuicio hace referencia a lo infundado del juicio y al tono afectivo.

La opinión se produce primero respecto del grupo prejuiciado y después incorpora al individuo.

[cita requerida] En la mayor parte de los casos, se da por hecho que existe una inferioridad natural o genética en el grupo segregado, o bien una circunstancia cualquiera que establece la inferioridad de sus integrantes.

Tan fuerte fue esa prédica negativa que los propios españoles terminaron por creerla.

[cita requerida] Durante el siglo XIX y principios del siglo XX la mayor parte de los empresarios consideraban que sus obreros eran vagos, sucios, inmorales y sanguinarios, en lo cual se justificaba plenamente la oligarquía, para explotar a su subhumano proletariado sin remordimientos.

El «conflicto» que la vida crea sistemáticamente, enfrentando a grupos contra grupos e «interacciones simbólicas», como etiquetar a las personas, producen prejuicios que no están basados en la experiencia directa.

Cartel de la película El nacimiento de una nación , visión histórica norteamericana llena de prejuicios, donde aparece el Ku-Klux-Klan .
Un hombre proclama su homofobia . En el cartel se puede leer: « Dios odia a los maricas ».