La intolerancia religiosa marcó toda la Edad Media, pero encontró un renovado fervor en el siglo XVI tras desencadenarse la Reforma protestante.
El principado se convirtió en un protectorado turco que mantuvo una precaria independencia durante el resto del siglo XVI y XVII.
Con la llegada a la corte en 1563 del médico italiano Giorgio Blandrata (o Biandrata), que había colaborado de forma determinante en la consolidación de la llamada Iglesia Reformada Menor, conocida más tarde como los (Hermanos Polacos), apareció una corriente adicional en la creciente diversidad religiosa transilvana: los antitrinitarios, que encontraban su inspiración en las doctrinas proclamadas inicialmente por el médico y teólogo heterodoxo aragonés Miguel Servet, y que Blandrata probablemente había conocido durante su estancia en Ginebra.
Ambos publicaron el libro: De falsa et vera unius Dei Patris, Filii et Spiritus Sancti cognitione, obra que realizaba un análisis histórico de los personajes que habían rehusado creer en la Trinidad y ridiculizaba las creencias trinitarias.
Dado que Blandrata era extranjero en Transilvania y desconocía el húngaro, Dávid fue el encargado de defender las posturas antitrinitarias contra sus antiguos correligionarios calvinistas.
Aspectos a resaltar del texto: La misma inconcreción del texto sobre las doctrinas que podían predicarse fue la causa de que el Edicto de 1568 empezase a ser limitado en su alcance en años posteriores.
En la Dieta reunida en Torda en 1572 se aprobó una ley que prohibía la innovación en cuestiones doctrinales.