Antiguo Régimen en Francia

El Antiguo Régimen (en francés, Ancien Régime) es un término en principio aplicado a la Historia de Francia, pero la extensión de su uso la ha convertido en una categoría historiográfica aplicada a Europa Occidental durante la Edad Moderna.

Una clave para esta centralización fue el reemplazo de los sistemas personales patrón-cliente organizados en torno al rey y a otros nobles franceses, por sistemas institucionales en torno al estado.

A mediados del siglo XV, Francia era significativamente menor que en la Edad Contemporánea,[2]​ y numerosas provincias fronterizas (como Rosellón, Cerdaña, Calais, Béarn, Baja Navarra, Condado de Foix, Condado de Flandes, Artois, Lorena, Alsacia, Trois-Évêchés, Franco Condado, Saboya, Bresse, Bugey, Gex, Niza, Provenza, el Delfinado, y Bretaña) eran autónomos o estaban bajo otras entidades políticas (como el Sacro Imperio o la Corona de Aragón), y había también enclaves extranjeros, como el Comtat Venaissin.

Ciertas provincias y ciudades habían ganado privilegios especiales (como tipos impositivos menores en la gabela, el impuesto de la sal).

Aunque eran principalmente los representantes del rey, y sus cargos podían ser revocados por su simple deseo, dado que al principio actuaban bajo la potestad real con naturaleza comisarial.

Sus funciones aumentaron, hasta que a mediados del siglo XVII las généralités quedaron bajo la autoridad de un intendente, convirtiéndose en un vehículo para la expansión del poder real en asuntos de justicia, impuestos y policía.

Clero y nobleza, funcionarios de la corona, personal militar, magistrados, estudiantes y profesores universitarios, y villes franches ("villas francas", como París) estaban exentos (excepto para las tierras no nobles que poseyeran en pays d'états, como se explica más abajo).

Para 1484, el número de généralités se había incrementado a seis.

En el siglo XVI, los reyes de Francia, en un esfuerzo por ejercer un control más directo sobre las finanzas reales y evitar la doble inspección (que se veía como ineficaz) instituyeron numerosas reformas administrativas, que incluían la reestructuración de la administración fiscal y el incremento del número de généralités.

Hasta finales del siglo XVII, los recaudadores recibían la denominación de receveurs.

Luis XIV creó varios impuestos adicionales, incluyendo la capitation (comenzada in 1695) que afectaba a toda persona, con inclusión de nobles y clérigos (aunque podía comprarse la exención con el pago de una considerable cantidad por una sola vez) y el dixième (el "décimo", recaudado entre 1710-1717, y retomado en 1733), para contribuir a los gastos militares, que era un verdadero impuesto sobre la renta y el patrimonio.

Otro recurso clave para las finanzas públicas eran los gravámenes sobre los cargos públicos (como la mayor parte de los miembros del parlamento, magistrados, maître des requêtes y funcionarios de hacienda).

La venalidad de los cargos se había convertido en una práctica corriente mucho antes del Antiguo Régimen, en los siglos XII y XIII.

En un esfuerzo para incrementar sus ingresos, el estado solía crear nuevos cargos.

Los delitos de deserción, robo en camino y mendicidad (denominados cas prévôtaux, casos prebostales) caían bajo la supervisión del prévôt des maréchaux ("preboste de los mariscales"), que ejercía una justicia rápida e imparcial.

En 1670, a esta instancia se le superpuso la supervisión del présidiaux (ver más abajo).

En el ejercicio de sus funciones legales, dictaba sentencia por sí mimo, pero había de consultar con ciertos letrados (avocats o procureurs, "abogados" o "procuradores") elegidos por él mismo (usando la expresión técnica llamados en su consejo).

La administración del estado francés durante el Antiguo Régimen experimentó una larga evolución como aparato verdaderamente administrativo, sustituyendo el sistema feudal clientelar por otro basado en la vieja nobleza junto con una más nueva nobleza de toga (noblesse de robe) y profesionales de la administración.

La fuente principal de poder administrativo en las provincias fue recayendo en los gouverneurs ("gobernadores", que representaban la presencia del rey en su provincia), cargos que habían sido cubiertos solo por las principales familias del reino.

En caso de negativa a registrar un edicto (lo que solía ocurrir en asuntos fiscales) el rey podía imponer su registro mediante un recurso real llamado lit de justice.

Los Etats généraux (que en toda la Edad Moderna fueron convocados únicamente en 1484, 1560-1, 1576-7, 1588-9, 1593, 1614, y 1789) se reunían en ocasión de una crisis fiscal o se convocaban por facciones nobiliario-religiosas descontentas con las prerrogativas reales (la Liga Católica o los Hugonotes), pero no tenían un poder real, y las disensiones entre los tres estamentos los hacían débiles, soliendo disolverse antes de haber culminado con sus trabajos.

La monarquía francesa estaba irrevocablemente vinculada a la Iglesia católica ("la France est la fille aînée de l'église", o sea "Francia es la hija mayor de la Iglesia"), y durante el Renacimiento, los teóricos franceses del derecho divino de los reyes y su poder sacerdotal habían explicitado tales vínculos: Enrique IV solo pudo llegar al trono tras abjurar del protestantismo.

En 1500, Francia tenía 14 arzobispados (Lyon, Ruan, Tours, Sens, Bourges, Burdeos, Auch, Toulouse, Narbona, Aix-en-Provence, Embrun, Vienne, Arlés, y Reims) y 100 obispados; para el siglo XVIII, se habían ampliado a 139 (ver Lista de diócesis del Antiguo Régimen en Francia).

Las Guerras de Religión produjeron que este control pasara a los Parlamentos, y en el siglo XVII a los censores reales, aunque la iglesia mantenía un derecho de petición.

Aunque la iglesia quedaría en el siglo XVIII sometida al ataque de los filósofos de la Ilustración, y las vocaciones eclesiásticas disminuirían en la segunda mitad del siglo, las estadísticas muestran que, en conjunto, la población permaneció católica en su inmensa mayoría (la inasistencia a los servicios religiosos no pasó del 1% a mediados de siglo).

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Flores de lis, símbolo de la realeza francesa.
Expansión territorial francesa 1552-1798.
Toma de la Bastilla, en 1789.
Bandera de Francia durante la monarquía.
Diócesis de Francia en 1789.