Fronda (sublevación)

Esta situación genera una conjunción de múltiples oposiciones al poder real, ya sean parlamentarias, aristocráticas o populares.

El nombre de fronde evoca las hondas o tirachinas que portaban los sublevados del primer levantamiento en París.

Fue la última batalla llevada a cabo contra el rey de Francia por los Grandes del reino y tiene lugar durante la guerra hispano-francesa (que luego continúa hasta 1659).

Su causa más directa debe buscarse, por tanto, en los medios utilizados por la monarquía para elevar los impuestos.

A partir de ese momento la Fronda se convirtió en una lucha de intrigas, una puja por el poder y el control, sin llegar a una guerra declarada aunque igualmente sin rastros del sentido constitucional.

Gastón de Francia, eterno conspirador, no ocultaba su oposición a Mazarino, igual que su hija la Gran Mademoiselle.

Ejerció, con frecuencia, su derecho de reconvención esperando, en vano, modificar la política del reino.

La muchedumbre persiguió al canciller Séguier e incendió el palacete de Luynes dónde este se había refugiado.

Las milicias burguesas patrullaban por las proximidades del Palacio Real (antiguamente llamado Palacio-Cardenal, porque había sido construido por el Cardenal Richelieu que lo legó, a su muerte, al rey Luis XIII).

El 24, la Corona aceptó un acuerdo convalidando los artículos de la Cámara, aunque reducidos a una quincena.

Mazarino no se dio por vencido y convocó a los cuatro mil mercenarios alemanes del ejército de Condé.

El joven Luis XIV tuvo que pasar la noche en un palacio en obras y dormir sobre paja, pagada a precio de oro.

En un invierno glacial, asoló los campos e hizo meter a sus prisioneros, desnudos, en el Sena.

El presidente Molé hizo publicar dicho codicilo, lo que provocó la indignación de París.

Durante la noche del 8 al 9, las milicias burguesas cerraron las puertas de París.

Soliviantados por el coadjutor, quisieron comprobar que el rey no estaba preparado para marcharse, y Ana de Austria, atemorizada, tuvo que poner vigilancia en la habitación del rey.

La nobleza pedía la intervención de los Estados Generales, su idea era tener una monarquía mixta en la que la aristocracia tuviese un papel principal.

Condé rechazo proclamarse regente, y el clero, incitado por Gondi se oponía al Parlamento.

Monsieur firmó con Condé un manifiesto en el que se pedía la expulsión del cardenal.

Condé trató de sorprender al ejército real que avanzaba por el Loira, pero Turenne le paró en Bléneau.

Las tropas reales y las de Condé jugaban al escondite en torno a París.

Ante el cansancio general, Mazarino decidió retirarse a Brühl para calmar la situación.

En noviembre de ese año las tropas francesas recuperan Commercy, Mouzon y Sainte-Menehould.

Luis II de Borbón , príncipe de Condé.