De salud delicada y ligeramente jorobado, fue destinado, por su familia, al estado eclesiástico y fue educado por los Jesuitas en el colegio de Clermont donde tuvo, como condiscípulo, a Molière.Tras la muerte de su padre, ocurrida en ese mismo año, se sometió a un consejo familiar que decidió mantenerle un año más en los Jesuitas, pese a su disconformidad.Después de firmada la Paz de Rueil, Condé se unió a la Fronda dirigida, desde ese momento, por Conti, Condé y Longueville.Se instaló en el castillo de la Grange-des-Prés, y se consagró al estudio y al misticismo hasta el día de su muerte ocurrida en 1666.Su tumba fue profanada durante la Revolución francesa y sus restos fueron llevados a la cripta del oratorio de Port-Royal-des-Champs en París.