Monasterio cartujo

[1]​ El lugar elegido pasó a lo largo del tiempo por varios desastres naturales como avalanchas de nieve y rocas, que afectaron al monasterio.

En 1200 había sólo 37, mientras que Europa tenía centenares de monasterios benedictinos y premostratenses.

No se concibe en la época que los edificios donde habitan gentes tan santas sean austeros y pobres.

En el lado norte están los almacenes o cilla para guardar el grano y el heno.

Al oeste se hallan las habitaciones de los trabajadores y las estancias destinadas a establos.

En este muro se encuentran los vanos de acceso al monasterio propiamente dicho.

[4]​ La iglesia está dividida en dos tramos: el primero es el coro para los conversos (converso es el lego sin opción al sacerdocio) y donados (hermanos o novicios), y el segundo es el de los monjes o padres.

Pegadas a la nave norte de la iglesia estaban la sacristía y algunas capillas; junto al muro norte de dichas capillas puede verse en el plano la celda del prior con acceso a su pequeño huerto.

Junto al muro de la nave sur se ve un pequeño claustro llamado claustrum minus que servía de articulación para las estancias del refectorio (o comedor), sala capitular y cocina.

Los cartujos enterraban a sus monjes en este patio, en un recinto acotado, para tener siempre presente la fugacidad de la vida y la inminente muerte.

Este corredor tenía a su vez un pequeño pórtico por el que podía entrar el prior al huerto para inspeccionarlo y dar el visto bueno.

En el lado opuesto había una estrecha abertura que daba a la panda del claustro.

Los pintores consagrados fueron Broederlam (1394-1399) cuyas tablas están en el museo de Dijon y Simone Martini (1283-1344), artista del trecento italiano.

El monumento funerario estaba acompañado por las estatuas de los monjes en pleno rezo afligido (los llamados pleurants), con el rostro oculto por la capucha.

La Grande Chartreuse , en Isère (Francia), monasterio fundador y sede de la orden.
Plano de la cartuja de Clermont en Francia, según Eugène Viollet-le-Duc
Detalle del monumento funerario de Juan II en la Cartuja de Miraflores, obra de Gil de Siloé.
Santa María de la Defensión (Jerez de la Frontera)
Cartuja San José, Argentina