La revolución de los precios se refiere al proceso inflacionario acontecido en Europa occidental durante la segunda mitad del siglo XVI y primera mitad del siglo XVII.
La expresión fue acuñada por Earl J. Hamilton en 1934, El tesoro americano y la revolución de los precios en España, 1501-1650.
Aunque esas cantidades fueron muy elevadas en su época, disminuyen en comparación con las cifras actuales de producción de plata en antiguas colonias: México produjo 2.747.000 de kg solo en 2002, y eso apenas suponía el 16% de la producción mundial, es decir, solamente en un año a principios del siglo XXI se producía en México una cantidad superior a lo extraído durante toda una década en la América del siglo XVI.
Nuevamente, esas cantidades que (muy importantes en el siglo XVI) son pequeñas comparadas con las cantidades actuales de oro que están en torno a 2312,6 toneladas (lo extraído por los españoles es apenas un 10% de la producción mundial de principios del siglo XXI).De igual forma que México, solamente la República del Perú, durante el año 2007 exclusivamente, tuvo una extracción industrial de 170 toneladas de oro, lo que resulta casi equivalente a la totalidad del periodo colonial español acotado por Hamilton.
Los cálculos equivalentes se basan en datos actuales de extracción tomados de Gold Fields Mineral Services Ltd (GFMS) y el International Copper Study Group.
El precio de los alimentos crece abruptamente durante una epidemia, relajándose posteriormente a medida que la población disminuye y cae la demanda.
Además, los portugueses lograron acceder a las zonas productoras del golfo de Guinea.