La palabra proviene del latín vitium, que significa «fallo o defecto», aunque el significado social que se le ha dado a la palabra se ha ido ampliando para incluirlo muchas otras acepciones.
[1] Su equivalente en inglés, vice, también se utiliza como término jurídico genérico que abarca muchos tipos de actos: la prostitución, las apuestas, la lujuria, el libertinaje y la obscenidad.
Coloquialmente, en algunos países se utiliza la palabra vicio para referirse a la adicción a un bien tangible o actividad en particular, si bien se suele utilizar mayormente para denotar aquellas que pueden causar daño o perjuicio (por ejemplo fumar cigarrillos).
Algunas de estas palabras nombran comportamientos que podrían considerarse aceptables por parte de la población en la actualidad, pero que no fueron bien vistas en el pasado, tales como la gula, la avaricia o la lujuria, muy presentes en nuestros tiempos.
Otras más son comportamientos incluidos por la Iglesia católica en la lista de los pecados capitales.