[1] El origen del concepto del «destino manifiesto» se podría remontar a la época en que comenzaron a llegar los primeros colonos y granjeros desde Inglaterra y Escocia al territorio de lo que más tarde serían los Estados Unidos.En él se decía: Esto último es idéntico, pero anterior, al controvertido concepto del «espacio vital» tantas veces reiterado en Mi lucha de Adolf Hitler, quien veía en los estados eslavos un territorio para ocupar por parte de la raza aria.Algunos comentaristas consideran que determinados aspectos de la Doctrina del Destino manifiesto, particularmente la creencia en una «misión» estadounidense para promover y defender la democracia a lo largo del mundo, continúa teniendo una influencia en la ideología política estadounidense.Sin embargo, en la guerra de Vietnam, esta idea de ser los estadounidenses un pueblo diferente a los demás y perseguir unos ideales más elevados que la mera codicia o expansión demográfica, se vio seriamente dañada por el hecho de apoyar a gobiernos dictatoriales, con generales que llegan a proclamar en público su admiración por Hitler,[3] realizar bombardeos masivos o cometer matanzas contra la población civil indefensa.A tal punto que, en 1847, los gobiernos de Chile, Bolivia, Ecuador, Nueva Granada (Colombia) y Perú se reunieron en Lima para analizar las cuestiones planteadas por semejante intervencionismo.[4] En 1898, tras vencer a las tropas españolas tras una “espléndida pequeña guerra”, como la llamó Theodore Roosevelt, las fuerzas armadas estadounidenses se apoderaron también de Puerto Rico.Bajo la presión de la ocupación militar, Cuba “liberada” debe incorporar un apéndice a su Constitución, la Enmienda Platt, aprobada por el Senado estadounidense en 1901.Interviniendo en su política interior, sus instituciones, su sistema electoral, su régimen impositivo, Estados Unidos injirió militarmente en Cuba en 1906, 1912 y 1917.[4] A principios del siglo XX, las fuerzas armadas estadounidenses desembarcan en México, Guatemala, Nicaragua, Colombia, Ecuador.[4] En Nicaragua, Estados Unidos intervino militarmente en 1912 para vencer la resistencia de los liberales, que se negaban a contraer con Estados Unidos un préstamo que traía aparejado el establecimiento del control financiero estadounidense en Nicaragua.La buena vecindad se traducirá pues en el apoyo a los dictadores Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana, Juan Vicente Gómez en Venezuela, Jorge Ubico en Guatemala, Tiburcio Carias en Honduras, Fulgencio Batista en Cuba, y a la dinastía de los Somoza en Nicaragua.Esta posición era defendida tanto por algunos líderes de los Whigs como por algunos Demócratas-republicanos expansionistas, que discutían sobre cuánto territorio debía ir adquiriéndose.Se puede decir que los propios partidarios del «destino manifiesto» formaban un grupo heterogéneo y con diferentes intereses.
John L. O'Sullivan, dibujado en 1874. De joven fue un influyente columnista. Sin embargo, hoy día es generalmente recordado por el dicho «El Destino manifiesto» para defender la anexión de
Texas
y
Oregón
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