Actualmente, los estancos más comunes son los del tabaco, sellos postales y, en algunos países, licores espirituosos o cerveza.
En 1543 se crea el de barajas, no solo a efectos fiscales, sino para garantizar que la impresión fuera correcta para evitar que los jugadores hicieran trampas en el juego por conocer los defectos de impresión, y no se produjeran peleas.
[5] Las expendedurías de tabaco y timbre, popularmente conocidas como estancos, cuentan con una amplia red distribuida estratégicamente por todo el territorio español.
Dicha red está compuesta por 16.049 expendedurías que dan una eficiente cobertura a 47 millones de españoles.
Durante el dominio español sobre gran parte de América, se establecieron ahí distintos estancos, que regulaban el monopolio sobre diferentes recursos.
En ocasiones, su administración fue arrendada o mercedada, variando con ello las rentas totales que la Corona recibía.
Todas las empresas productoras de salitre en Perú debían atenerse a las cantidades y precios dictados por el gobierno.