[2] Como su nombre indica, la principal función del "Repeso" era vigilar la corrección de las transacciones comerciales de venta al público, repesando la mercancía previamente servida por el comerciante a un consumidor.
[5] En tales plazas y plazuelas se disponían las tablas o puestos públicos autorizados donde los tablajeros servían su mercancía (carne, pescado, tocino, etc.).
El paternalismo o proteccionismo hacia el consumidor era la inspiración principal de la política frente al consumo durante el Antiguo Régimen.
Eliminando la posibilidad de jugar con los precios, es la cantidad de producto, la medición o pesada, por tanto, la que el comerciante puede alterar para lograr ese lucro o beneficio ilícito que la teoría económica preliberal y la propia Iglesia católica condena.
Otra institución confluyente, el «fiel almotacén» se encargaba de que los propios pesos y medidas fueran conformes con las legales.