[2] Fue construido el mercado cerrado entre 1913 y 1916 bajo la supervisión del arquitecto Alfonso Dubé y Díez, inspirado en otros mercados europeos realizados en hierro al estilo del de Las Halles de París.
Sin embargo, su actividad comercial es muy anterior, ya que en su ubicación existía antes un mercado de comestibles al aire libre.
Además, provocaban otro grave inconveniente al interferir con el creciente tráfico rodado y peatonal de la capital, ya que los mercados atraían a nuevos vendedores y compradores que se desparramaban por las calles contiguas.
Había sido construido en dos fases (la primera finalizada en 1914) para no interrumpir el funcionamiento comercial del mercado.
San Miguel es la única muestra de su tipo que queda aún en la ciudad de la denominada arquitectura del hierro, ya que todos los mercados cubiertos construidos en el último tercio del siglo XIX fueron demolidos y, en general, sustituidos por nuevas construcciones.
Para evitar su defunción, un grupo de particulares con intereses arquitectónicos, gastronómicos y pertenecientes a diferentes ámbitos culturales y sociales han formado la sociedad: El Gastrónomo de San Miguel, actual dueña mayoritaria del mercado.
Dar nuevos aires a la gastronomía madrileña, española e incluso, internacional.
[6] El edificio es de planta rectangular con sus lados mayores orientados en el eje este-oeste.