Por crestería (del latín crista, "cresta", penacho) se pueden entender dos elementos arquitectónicos diferentes: Conjunto de motivos ornamentales y adornos, principalmente del tipo vegetal o geométrico, repetidos en serie, habitualmente de estructura calada, que coronan la parte alta de un edificio o una techumbre.
Fue utilizado sobre todo en la arquitectura gótica y renacentista, pero también en la barroca o la modernista.
El material más utilizado para la construcción de la crestería fue la piedra, empleándose también el metal o la cerámica.
[1][2] La crestería solía componerse de dos muros de mampostería perforados y apoyados uno sobre el otro que servían como soporte para relieves o estatuas, principalmente de dioses y gobernantes.
En la arquitectura militar de la Edad Media, se conoce con este nombre a toda la parte superior de una edificación defensiva, como una fortaleza o castillo, formada por las almenas o merlón.