Pan y toros

Pan y toros es un tópico cultural español que, parafraseando la expresión latina de Juvenal Panem et circenses (Pan y circo), describe la fiesta de los toros como una diversión que halaga las bajas pasiones del pueblo llano y amortigua los conflictos sociales.El espectáculo taurino se estaba haciendo cada vez más popular.La expresión en concreto se originó en un panfleto anónimo (respuesta a la Oración apologética por España y su mérito literario de Juan Pablo Forner), que circulaba desde 1793, atribuido a veces a Jovellanos, pero realmente de León de Arroyal, publicado en 1812 y cuyo título es Oración apologética en defensa del estado floreciente de España, pero que todos citaban por su párrafo final:[6]​ Su divulgación fue en aumento, en parte gracias a haber dado título a una zarzuela de Francisco Asenjo Barbieri (1864).Por ejemplo, Miguel de Unamuno (artículo El espíritu castellano, publicado en La edad Moderna (1895), y recogido posteriormente en el famoso libro de ensayos En torno al casticismo): A mediados del siglo XX se hizo la paráfrasis «Pan y fútbol», aplicado al papel que desde el franquismo tiene este deporte, canalizador de las inquietudes sociales.El juego de las quinielas, que mantenía pendientes de la radio las tardes de domingo a los que no iban a los partidos, fue comparado sarcásticamente con la represión política en España: había libertad porque podía elegirse «1», «X» o «2», sin que se obligara a nadie.
Grabado de José Delgado y Gálvez , 1796. De una manera similar a lo que muestra la imagen, a la vuelta de Fernando VII a España en 1814, un grupo de partidarios del absolutismo desengancharon los caballos de su carruaje y tiraron ellos mismos de él al grito de « Vivan las cadenas », que con el de « Pan y toros » pasó a ser utilizado por los progresistas para dolerse de la condición de atraso de España.
Diversión de España , grabado de la serie Los toros de Burdeos , que Francisco de Goya realizó en un espacio tan propicio para la introspección sobre la condición nacional como es el exilio, entre 1824 y 1825. Los toros ya eran la fiesta nacional española por antonomasia, aunque tal condición fuera discutida.
Las cinco copas de Europa que ganó el Real Madrid durante la dictadura de Francisco Franco fueron exhibidas como glorias nacionales en un tiempo en que el régimen se esforzaba por salir de su aislamiento. [ 8 ]