Compró el señorío a principios del siglo XVII el abuelo del I marqués: Gutierre Bernaldo de Quirós, quien lo vinculó al mayorazgo que poseía.A mediados del XIX, con la misma extensión y límites, figura en el Diccionario de Madoz como ayuntamiento de Benllera, con cabecera en este lugar.[3] La mayor población del coto, sin embargo, era y sigue siendo Otero de las Dueñas, que debe su nombre a un importante monasterio de monjas bernardas que había en el lugar.Las Dueñas, a quienes pertenecía el señorío de Viñayo en la Edad Media, permanecieron en Otero hasta que fueron exclaustradas en 1868.Refiere que visitó Otero, «aunque no a las dueñas».Algún autor da a esta frase el sentido de que, para entonces, ya no había allí monjas, pero es error.El propio Jovellanos, en otro lugar, menciona que su amigo Francisco Balsinde tenía dos hijas en este monasterio de bernardas.Así figura en numerosos documentos —por ejemplo— Antonio María Bernaldo de Quirós y Mariño de Lobera, primogénito del IV marqués, a quien premurió.Este coto señorial, llamado también «Valle de Riomontán», pertenecía a los Quirós desde el siglo XIV.[9] Situado en una zona de relieve muy accidentado, el coto incluía los lugares de Arbín, Las Borias, La Boza, Braña, Brañesfrades, Bustiello, El Cabo, Campomojado, Caucia, Cerezalero, Corián, Corredoria, Cuadrazal, Fabrariego, Febrero, Fechaladrona, Fonfría, Fornos, Grandiella, Grandón, Llosagra, Merujal, Las Mestas, Miguelperi, Paradina, Piedrasnegras, Pumarada, las Quintanas, Redondo, Roxil, San Pedro, Solana, Tablazo, los Tornos, Valdelafaya, Valdecastañal, Viescabozada y Villoria.[11] En Villoria tenían los Quirós un palacio que permaneció en la familia hasta bien entrado el siglo XX.[15] Este Juan Bernaldo sirvió a los reyes Enrique III y Juan II y edificó la «Casa Nueva» a partir de una torre preexistente de planta circular.Mediante esta disposición, el marquesado de Campo Sagrado quedaba agregado a dicho mayorazgo y por tanto sujeto a su peculiar orden de sucesión.[24] Y tenía también casa principal en Oviedo, en la calle de la Platería.Y en 1461 pasó a manos de la Merced Calzada como filial del convento de Valladolid, aunque no fue habitado por esta Orden hasta veintidós años después.Fue su nieto Martín González de Oviedo quien, como patrono del convento, dio posesión de él a los mercedarios que vinieron a ocuparlo en 1483.Sirvió al Emperador como capitán en las guerras con Francia, y después con dos naves propias, con las que pasó a Italia y se halló en la Jornada de Túnez.Sobrevivió a su marido al menos hasta 1709, año en que figura en un pleito.[39] Este marqués y su segunda mujer fueron clientes del famoso médico Casal.Esta cantidad no se terminó de cobrar porque ella murió pronto sin prole.En 1755 sucedió a su padre y mandó edificar el suntuoso palacio de su título en la ovetense plaza de la Fortaleza (después llamada de Porlier), encargando el proyecto a los arquitectos Pedro Fernández Lorenzana y Domingo Suárez Solar.Tomó posesión del mayorazgo de Campo Sagrado en 1790,[68] pero dos años después hizo renuncia y cesión del mismo propter nuptias en favor de su hermano Francisco.Pero al estallar la Guerra de la Independencia volvió a empuñar las armas a requerimiento de la Junta Suprema del Principado, que le nombró teniente general[72] y le designó (junto con su amigo Jovellanos)[73] para integrar la Junta Central.En 1837, al fallecer sin descendencia el VI marqués de Campo Sagrado, se suscitó un complicado pleito por la sucesión.Pero el difunto sobrino había dejado hijos varones, que eran los herederos más propincuos del causante.En este pleito se interesaron cinco litigantes, todos varones agnados del linaje de Quirós.Este marqués fue el autor del celebrado Manifiesto del Hambre de 1854, en el que además de denunciar la hambruna que padecía entonces Asturias, proponía medidas muy prácticas para remediarla.[90] En 1858 hospedó por primera vez en su palacio de Mieres a la reina Isabel II, durante su gira por Asturias.Se conserva bastante correspondencia del marqués dirigida a la Reina Gobernadora, durante los años 1860-1865.Al morir su padre siguió el pleito sobre los mayorazgos de Miralcázar y Monreal, cuya sucesión le fue denegada definitivamente en 1809.