Doña María Cristina fue la décima de los once hijos del matrimonio conformado por sus padres.
[5][1] El matrimonio se realizó en un signo de reconciliación del infante Sebastián Gabriel con la Corona española, con la cual había luchado en el marcó de las guerras carlistas.
Tras el derrocamiento de la monarquía en 1868, la familia de don Sebastián Gabriel tuvo que abandonar España y refugiarse en Francia; allí murió el infante, en Pau, en 1875.
Sus hijos fueron criados por la Corona española ya que se consideraba que la infanta no podía criarlos debido a su debilidad mental.
Doña María Cristina regresó a España, y vivió apaciblemente hasta que le sobrevino la muerte en 1902 en Madrid.