Alejandro Pidal y Mon

Tuvo diversas intervenciones en relación con asuntos eclesiásticos y la abolición de la esclavitud en Puerto Rico.

A partir de ese momento y hasta su muerte en 1913 será siempre diputado por el mismo distrito y circunscripción en un total de quince elecciones, siempre de signo profundamente conservador y aliado al catolicismo más vaticanista, ganándose enemigos entre los progresistas también asturianos como el escritor Leopoldo Alas "Clarín".

Ataca también al ministro Romero Robledo, "que no tiene autoridad para dirigir unas elecciones", y por último, critica la censura contra la prensa católica y concluye constatando la imposibilidad de conciliar la revolución con la restauración monárquica.

Según Aureliano Linares Rivas, Pidal "será el orador que hizo célebre su nombre en la primera catilinaria contra Cánovas del Castillo y su gobierno".

Tiene a continuación una intervención destacada en el debate sobre el artículo 11 del proyecto constitucional, manifestándose resueltamente en contra de la libertad de cultos y reivindicando sus antecedentes familiares y políticos.

Pidal defiende la confesionalidad del Estado como una cuestión nacional, mientras Cánovas entiende que no deben considerarse como una misma cosa la filosofía y la política.El 17 de mayo participa en el debate sobre la colación de grados, manteniendo que no sea competencia exclusiva del Estado favorecer a las Universidades de inspiración católica que se crearon en aquel momento.

Gumersindo Laverde y Menéndez Pelayo marcan distancias respecto a Pidal, que se agrandarían con los años.

En 1881 se funda la Unión Católica, que preconiza la unidad de todos los católicos que quieran colaborar por medios legales a fines religiosos y sociales.

En 1883 se manifiesta en el Congreso en contra de la ley del matrimonio civil.

El 29 de abril de este mismo año ingresa en la Real Academia Española, ocupando el sillón uve mayúscula que en otro tiempo ocupara el asturiano Jovellanos.

La muerte de Alfonso XII en noviembre de 1885 dará lugar a un nuevo gabinete del que ya no formará parte Pidal.

En 1887 participa en el debate sobre la ley que establece el juicio por jurado para determinados delitos, oponiéndose en prolijas intervenciones a la fórmula propuesta por el ministro de Gracia y Justicia, Alonso Martínez.

La familia no quiso trasladar el cadáver al Palacio del Congreso, como se hacía habitualmente con sus presidentes.

Para Linares Rivas (1878), "además de su intransigencia en lo meramente espiritual, tiénela también grande en cuanto a los derechos y prerrogativas temporales que un día ornaron la tiara y hoy desaparecieron para no volver jamás (...) si ya no dice vade Satanás!

a todos y a todas horas, sino que quiere entrar en el juego de la política en las condiciones regulares y ordinarias, lo celebraré mucho, porque el señor Pidal, si sigue en ese camino, tiene inmenso porvenir".

Retrato de Alejandro Pidal y Mon publicado con motivo de su elección en 1876 como diputado por Villaviciosa
Alejandro Pidal y Mon , por Luis Menéndez Pidal . 1912. ( Congreso de los Diputados ).
«El rey de los arácnidos» de Tovar ( El Liberal , 23 de marzo de 1908)
Retrato de Pidal y Mon publicada en La Ilustración Española y Americana en 1891, cuando fue elegido presidente del Congreso de los Diputados .
«D. Alejandro en la Asociación de la Prensa», en la revista satírica Gedeón , enero de 1912.
Pidal (i) con otros líderes conservadores en 1913