[9][10] En ese mismo año ordenó sacerdote a su amigo Antonio Vidaurre, que además de religioso fue pintor, poeta y autor dramático.
[12] Se mantuvo en el cargo hasta el año 1783, en que fue trasladado a la archidiócesis de Sevilla.
[1] En la diócesis planificó un seminario que no llegó a fundar, y es destacable su participación artística.
Intervino en el solado de la catedral de Sevilla entre 1789 y 1793 y en otras ejecuciones en el templo; dotó la biblioteca del palacio Arzobispal (en el que se conserva un retrato suyo, obra de José Suárez en 1793) y aportó numerosas pinturas para el palacio.
Como homenaje póstumo, la corporación municipal de su villa natal puso su nombre a la biblioteca pública.