[2][3] En 1774 recibió las órdenes sacerdotales, siendo nombrado canónigo de la iglesia de Palma; en 1782 embarcó hacia Italia, hallándose presente durante el terremoto que destruyó Calabria al año siguiente, del que dejó escrita una conocida relación.
[2][3] Por estas fechas recorrió toda la isla, realizando un mapa que fue considerado como el mejor hasta la época, publicado en 1785.
Tras pasar el periodo de 1804 a 1807 en su tierra natal, regresó a la Santa Sede, donde la situación política se tornaba cada vez más tensa, con las tropas de Napoleón Bonaparte amenazando el papado.
En 1809 se encontraba junto a Pío VII cuando las fuerzas del general francés Étienne Radet asaltaron el palacio del Quirinal, llevándose consigo a Savona al papa y al cardenal Pacca.
[16] Paralelamente a su carrera eclesiástica desarrolló una intensa labor como mecenas y coleccionista de arte.