El castillo desempeñó al principio las funciones residenciales para las cuales fue construido, en tiempo de los reyes Jaime II, Sancho y Jaime III de Mallorca.
Lo siguieron el general liberal Luis Lacy, fusilado aquí en 1817; los liberales Esteve Bonet i Perelló, Joan Coll Crespí y otros (1824) y Miquel Bibiloni i Corró (1867), republicanos catalanistas como Valentí Almirall (1869), el restaurador de la monarquía borbónica en España con Alfonso XII, Arsenio Martínez Campos (1874) y diferentes carlistas.
[1] Entre estos presos se encontraba Alexandre Jaume, que como diputado había conseguido la cesión del castillo a la ciudad, y Emili Darder, alcalde en el momento de la cesión; ambos fueron fusilados después.
Lo más destacado de su estructura es precisamente su forma circular, única en España.
Rodeando el castillo y la torre del homenaje hay dos fosos.
En el centro del mismo hay un brocal de cisterna que indica que en el subsuelo hay un gran aljibe para almacenar agua.
El palacio está estructurado en dos plantas alrededor del patio central.
Todas las dependencias dan al patio central mediante una galería de arcos góticos.
Además hay que destacar la capilla dedicada a San Alonso Rodríguez construida entre 1879 y 1885.
Desde el barrio de El Terreno se puede llegar al castillo por un camino empedrado que se construyó para subir artillería al castillo.
En los últimos tiempos, se está realizando un esfuerzo por acomodar los servicios del Castillo de Bellver para hacer más grata, cómoda y fructífera la visita entre los muros de esta fortaleza.
Además, está previsto incorporar con posterioridad un servicio de guías en formato electrónico.